Canción de la novia

CANCION DE LA NOVIA


E

n el corredor fresco, que los valles domina,

A pequeñas puntadas coso la blanca tela;
De vez en cuando miro la paloma que vuela
Y el insecto de oro en la tenue cortina.


Se me acercan, descalzos, deliciosos chiquillos,
Y en su nariz pequeña, de transparente cera,
Mi dedal se introduce. Reímos. Uno espera
A mi lado con una canasta de membrillos.


Grandes cactus sedientos sobre arenas doradas,
Y cigarras sonoras, y piedras calcinadas,
Se asoman a mis largas siestas, sin que concluya


Este lento desfile de puntos por mis manos.
Y a ratos, en el aire que impregnan los manzanos,
Van y vienen dos frases: Eres mía. Soy tuya.