Cómo Dios ordenó la dicha historia


Nueva corónica y buen gobierno
Capítulo 2: Cómo Dios ordenó la dicha historia
de Guamán Poma de Ayala

EL PRIMER COMIENZO: LA HISTORIa donde se comensó a escriuirse este dicho libro, Primer corónica y de buen uiuir de los cristianos, que es la historia y uida y cristiandad que pasaron seruiendo a Dios los dichos don Martín de Ayala, segunda persón del Topa Ynga Yupanque, y su muger, doña Juana Curi Ocllo, coya [reina], hija de Topa Ynga Yupanque, y de sus hijos.

Que le daua el dicho exenplo y castigo y dotrina que le dio a su entenado Martín de Ayala, mestizo sancto, y le enpuso y le metió a seruir a Dios. Y rrecibió el áuito de hermitaño de edad de doze años y le puso en estudio y dotrina; con sus propias manos le castigaua, el qual por dónde uino a creser.

Y el dicho sancto hombre le enseñó a sus hermanos y al autor deste dicho libro, por dónde se bino a escriuirse la dicha Primer corónica por este dicho galardón mestizo, por los uertudes y oraciones que hazía este dicho cacique prencipal y su señora.

Aunque fue yndio, serbió a Dios treynta años a los pobres del hospital de la ciudad del Cuzco y de la ciudad de Guamanga. De manera este sancto cacique prencipal que se dio a seruir a Dios, dexando el mundo y criar a su entenado y a sus hijos y castigallos, encomendando a Dios, entregó a este dicho mestizo Martín de Ayala.

Que el dicho don Martín Guaman Malque de Ayala fue uno de los más prencipales yndios y señor y cauallero deste rreyno, muy gran seruidor de sv padrastro prencipal don Mar[tí]n.

Padre Martín de Ayala, mestizo, después de auerse ordenado de misa saserdote, fue muy gran sancto hombre, el qual no quizo dotrina nenguna, cino toda su uida que auía de estar con los pobres del hospital de la ciudad de Guamanga. Y fue capellán de los dichos pobres y hazía muy mucha penitencia.

En el dormir dormía poco y tenía por frezada y collchón estera tegida de paxa y tenía un gallo por rreloxo en la cauesera, para que le despertase a la oración y para uecitar de los pobres enfermos.

Y rresaua sus maytines y nona, uísperas y se daua muy muchas deseplinas en su carne. Toda su uida trayýa selicio, jamás trayýa camisa en el cuerpo.

Y no se rreyýa en su uida, jamás le miraua con los ojos a las mugeres, hincaua los ojos y la cara al suelo quando le habla alguna muger.

Y hazía muy grandes limosnas y caridad, temor de Dios, amor con los próximos, jamás decía de malas palabras a los hombres ni a las dichas mugeres ni a nenguna criatura. No consentía a animal fuese muerto ne quería que le matasen a un piojo. Grandemente se holgaua que se casasen los pobres y les daua dote porque fuesen bien casados y serbiesen a Dios los pobres.

Y a las mañanas le uenían muchos páxaros a cantalle y a rrecibir su bendición y los rratones se ahumillauan y no se meneauan mientras que estaua en la dicha oración. Los ángeles del Señor cada noche les rreuelaua al santo hombre.

Y después le enseñaua a su padrasto don Martín de Ayala, segunda persona del Ynga, y a su madre y a sus ermanos