Brindando en un banquete de bodas
Gime la prensa cuna al pliego ajusta vuestro nombre, Isabel, y el de Fernando; gime, y es de placer de estar gozando de ambos monarcas la presencia augusta. materia hallar quisiera más robusta en que imprimir, la gloria eternizando de un rey al pueblo tan benigno y blando, de una reina tan bella, amable y justa. Mas no, Fernando, no la huella intensa del buril, ni pincel en sus matices cede en su obsequio la afanosa prensa; que es su blasón con tipos y matices llevar tu voz a una distancia inmensa, y a doquier que la lleve hacer felice.