Boletín de la Academia Nacional de Ciencias Exactas/Tomo I/Reseña histórica

I
RESEÑA HISTÓRICA
sobre la fundación, y progresos de la Academia de
Ciencias Exactas en Córdova,
por el Director Científico de la misma.

Al principiar la Administración de su Excelencia, el actual Presidente de la República, Dr. D. Domingo Faustino Sarmiento, presentó á él una nota (véase el anexo, número 1) expresando mis ideas sobre la Instrucción Pública Científica en este pais, y principalmente sobre la necesidad de reformar la Universidad Nacional de San Carlos en Córdova, agregándole una Facultad de Ciencias Matemáticas y Físicos con el doble fin, de formar maestros aptos para enseñar dichas ciencias en los Colegios Nacionales, y reunir en el centro principal de la enseñanza superior un gremio de sabios aptos para estudiar y dar á conocer las riquezas naturales del pais argentino.

Su Excelencia, el señor Presidente y su Ministro de Instrucción Pública en aquella época, Dr. D. Nicolás Avellaneda, aceptaron mi presentación con grandes muestras de aprecio, y el señor Ministro pidió inmediatamente al Honorable Congreso de la Nación la autorización para proceder en ese sentido, lo que las Honorables Cámaras han aceptado.

Entonces recibí de su Exco, el señor Ministro, una nota extendida (veáse el anexo, núm. 2) autorizándome de dejar venir ocho profesores alemanes para la fundación de la Facultad de Ciencias Exactas en la Universidad de Córdova.

En consecuencia de esta autorización oficial me puse inmediatamente en relación con mis antiguos colegas de la Universidad Real Prusiana de Halle, invitándoles á buscar personas competentes bajo las condiciones en la nota del Ministro indicadas y una vez halladas, hacer que ellas me declaracen su deseo de aceptar los em pieos tal como estaban dotados, entrando asi en correspondencia directa conmigo sobre los pormenores del asunto.

Durante largo tiempo fueron inútiles mis exfuerzos; la novedad del ofrecimiento en mi país natal habia sorprendido muchos jóvenes sabios. Ninguno quiso aceptar desde luego las simples ofertas, reservándose tomar informes y adquirir seguridades á cerca de la efectividad de aquellas, hasta que al fin mis repetidas declaraciones, refiriéndome á lo que por mi mismo habia pasado, desvanecieron los escrúpulos de alguna que otra persona competente.

De este modo he tenido la satisfacción de poder presentar al señor Ministro por nota fecha 12 de Mayo de 1870 dos candidatos, el

Dr. D. Max Siewert, de la Universidad de Halle para la Química; y el
Dr. D. P. G. Lorentz, de la Universidad de Munich para la Botánica.

Esta presentación fué aceptada por el Superior Gobierno de la Nación en fecha 16 de Mayo (véase el anexo, número 3) y los dos caballeros inmediatamente invitados por mí de tomar posecion de sus empleos tan pronto que sea posible.

Al mismo tiempo solicitó del Superior Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, como mi legítimo superior, permiso para aceptar mi encargo nuevo de Comisario Extraordinario del Exmo Gobierno de la Nación para la Facultad de Ciencias Exactas en Córdova, habiéndole recibido por nota del señor Ministro de la Provincia fecha 6 de Junio ( véase anexo, número 4.)

Los dos nuevos Catedráticos llegaron en breve á Buenos Aires, continuando su viage á Córdova, previa presentación personal hecha por mí, al señor Ministro de Instrucción Pública. El Dr. Siewert fué el que primero llegó en el mes de Agosto y en seguida el Dr. Lorentz en el mes de Octubre de 1870.

Poco antes se me habia presentado un nuevo candidato para el profesorado de Matemáticas, el Dr. D. Gustavo Holzmiller, á quien el señor Ministro nombró Catedrático por decreto de 4 de Julio 1870. Pero las consecuencias de la guerra entre Alemania y Francia, iniciada en ese tiempo, impidieron á dicho señor hacerse cargo de su empleo.

Habiendo muerto su hermano en esa guerra, su familia se opuso á que el único hijo, que les quedaba, saliera del pais, obligando asi al señor Holzmiller, á renunciar su nombramiento.

En esa misma época con la llegada del Dr. Lorentz, recibí una carta del Dr. D. Alfredo Stelzner, de la Academia Real de Minería de Sajonia, en Freiberg, proponiéndose para profesor de Mineralogía; y habiéndole presentado en 29 de Octubre de 1870 al señor Ministro de Instrucción Pública, se me entregó el decreto en el que se le nombraba Catedrático de Mineralogía con fecha 7 de Noviembre (véase anexo, número 5).

Pero aquel caballero no llegó al país sino en el mes de Marzo de 1871, continuando su viage directamente de Montevideo á Córdova, para evitar los inconvenientes que causaba en Buenos Aires la fiebre amarilla, reinante entonces en esta ciudad.

Largo tiempo ha pasado sin que me haya sido posible proponer al Superior Gobierno un nuevo profesor; hasta que al fin se me dirijió el Dr. D. H. Weyenbergh de Harlem en Holanda, para optar á la Cátedra de Zoología. Viendo las obras científicas recomendables de este señor lo propuse para la indicada cátedra, y el Exmo. Gobierno aceptó mi presentación por decreto de 21 de Noviembre de 1871; pero el Dr. Weyenbergh no ha llegado al pais sino en Mayo de 1872 (véase anexo, número 6.)

Con el ingreso de este cuarto profesor el personal de los catedráticos, era sino completo, á lo menos ya considerable, y la fundación de la facultad me parecía por entonces bastantemente asegurada; pero varias dificultades han empedido su continuación en aquel satisfactorio estado.

Los catedráticos, no suficientemente versados en el idioma castellano, han retardado mucho el dar principio á sus lecciones, aplicándose mas preferentemente al estudio científico del país, que á la enseñanza de los ramos cientificos que cultivan. Alguien han viajado repetidas veces por el Norte y Occidente de la República, sin dar durante los 2 hasta 3 años pasados, lecciones á los estudiantes.

Mucho me aflijió esta conducta poco recomendable, como también la dificultad de reunir los catedráticos que aun faltaban.

Renuncié entonces mi comisariado para la instalación de la facultad, solicitando del Exmo. Gobierno que autorizara á los catedráticos presentes, para que se procurasen los colegas que faltaban; y en esa virtud han sido presentados, y aceptados por el Exmo. Gobierno de la Nación (véase el anexo, núm. 7) el

Dr. D. Cárlos S. Sellack para catedrático de física [1] y el
Dr. D. Ch. Augusto Vogler para catedrático de matemáticas, entrando el primero en posesión de su empleo con el principio de 1873 y el segundo al fin del mismo año.

Como con este aumento, el personal de la facultad se halla actualmente casi completo, el Exmo. Gobierno de la Nación ha puesto en práctica su antigua idea de cambiar la facultad en Academia Nacional de Ciencias Exactas, edificando para esta academia un extenso edificio con el objeto de reunir en ella, como Museo Nacional, todas las aulas y las colecciones principiadas anteriormente.

Invitado por el Ministro de Instrucción Pública había hecho ya un plano general del nuevo establecimiento á fines de 1871, y el señor Ministro presentó dicho plano á la aprobación del Honorable Congreso de la Nación durante las sesiones de 1872 y 1873. Habiendo sido aprobada la ejecución del magnifico edificio, trazado por el Departamento de Ingenieros en conformidad con mis indicaciones, en el año de 1872, su construcción se ha principiado en el pasado año de 1873, aunque la aprobación de la organización de la Academia no se verificó en las sesiones de ese año, al parecer á causa de haber renunciado el Ministro de Instrucción Publica, Dr. D. Nicolás Avellaneda, del puesto que habia desempeñado durante cinco años con tanto talento y con tan gran suceso. Afortunadamente, su sucesor el Dr. D. Juan C. Albarracin, entró decididamente en las ideas y pasos de su predecesor, y en breve tomó en consideración la constitución definitiva de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, nombrándome el Exmo. Gobierno, por decreto de 15 de Diciembre de 1875, Director Cientifico de dicha Academia (véase anexo, núm. 8) y autorizándome para formular el reglamento que debe regir al nuevo establecimiento.

Este Reglamento ha sido aceptado por el Superior Gobierno y publicado en el Boletín Oficial de la Nación, núm. 855, pág. 78. (véase los anexos, núms. 9 y 10.)

Aprovechando entonces la autorización que me da el artículo tercero del Reglamento, he nombrado el:

Dr. D. Adolfo Doering mi substituto de la Academia en Córdova (véase anexo, núm 12), encargándole también de la Redacción del Boletín de la Academia, que se publicará en entregas trimestrales, dando á conocer todos los sucesos científicos y oficiales de la Academia al publico interesado.

Para mas informes siguen aqui los citados documentos en el anexo adjunto.



  1. Desde el 11 de Febrero de 1874, el Dr. D. Carlos S. Sellack está dimitido del empleo de catedrático de física. (Véase anexo, núm. 11.)