Baladas españolas/Dedicatoria
Dedicatoria
editarA D. Ángel Fernández de los Ríos
Madrid 5 de Abril de 1855.
Hoy hace justamente cuatro años, amigo mío, que un joven oscuro, -muy oscuro,- remitió a V. sin conocerle varios artículos de crítica literaria, que a la suya, tan inteligente, sometía. Fuera imposible -sobre inoportuno- pintar aquí la ansiedad con que el joven esperaba su fallo; ansiedad que sólo puede compararse al júbilo que le inspiró una carta de V., cuyas lisonjeras frases nunca se borrarán de su memoria.
Haya alcanzado poco, haya merecido menos, aquel joven debe a v. cuanto hoy goza de nombradía en la república de las letras. Deuda de su alma, la puede sólo pagar con versos de su alma.
Aquel joven era yo.
Al frente, pues, de mis BALADAS, primera producción algo pretensiosa que doy a luz, pláceme poner, mi querido Ángel, el nombre de V.; con que mi libro y yo ganaremos, -él a los ojos del público,- yo a los de aquellos que en algo tienen la amistad y la gratitud.
Si vale poco la ofrenda, la engrandece la intención.
V. B