Aquí del rey, señores. ¿Por ventura

Consuela a Tamayo de que todos le maldigan sin culpa


Aquí del rey, señores. ¿Por ventura
fui yo Caín de mi inocente hermano?
¿Maté yo al rey don Sancho el castellano,
o sin alma signé falsa escritura?

¿Púsome acaso en la tablilla el cura?
¿No soy hidalgo y montañés cristiano?
¿Por qué razón, con maldecirme en vano,
no tengo vida ni ocasión segura?

De oír decir a todos me desmayo
«sin que haya lluvia o trueno resonante
que vaya a dar en casa de Tamayo».

Vuesamerced, rey mío, no se espante,
ni tenga pena que le mate el rayo:
que sólo va a buscar su consonante.