Aprecio de las penas sufridas por Filis
Rodeado mi amor de inconvenientes, víctima, Filis, soy de mi deseo; y es mi fineza tal que hallo recreo en que se frustren ansias tan ardientes. Mas ¿que gloria mayor que al ver que sientes mis desgracias por tuyas? Pues no creo que pueda yo lograr mayor trofeo ni ellas más premio que el que así me alientes. Vengan pesares pues, vengan disgustos, penas, fatigas, ansias, desconsuelos: ¡dichoso Hortelio cuanto más padece! pues los males más graves trueca en gustos saber que sólo a costa de desvelos, y así penando, a Filis se merece.