Anacreóntica
Cuando en un breve instante del desdén al cariño tú pasas inconstante, sé por qué Amor es niño. Cuando de infiel te acusa mi entendimiento, y luego mi corazón te excusa, sé por qué Amor es ciego. Cuando tras pasión nueva de mí huyes veleidosa, sé por qué el Amor lleva alas de mariposa. Y cuando mi esperanza muere y en celos ardo, sé por qué el Amor lanza su ponzoñoso dardo.