Amor tren
Este pícaro vapor
impera en reino tan vasto,
que hasta en el ramo de amor
ha extendido su furor
en pro del tiempo... y del gasto.
- ¿Me quieres? - Correspondido.
- ¿Y son tus bienes gran cosa?
- Algo como tú. - Concluído;
chica, ya soy tu marido.
- Hombre, pues ya soy tu esposa...
Y queda ejecutoriada
la contrata de partida,
como quien no dice nada,
para hacer de una tirada
todo el tirón de la vida.
Que hoy día no se enamora,
sino se engancha pareja
cual veloz locomotora
que toma un carro a tal hora
y que... a tal otra lo deja.
Así no es extraño ver,
de estos enganches violentos
en el furioso correr,
ya de marido o mujer
muchos descarrilamientos.