Amar por arte mayor/Jornada II

​Amar por arte mayor​ de Tirso de Molina
Jornada II

Jornada II

Salen DON LOPE como preso y BERMUDO.

  

BERMUDO

¿Qué quieres? Allá van leyes,
etcétera. Estrellas son:
naciste en oposición
de las damas y los reyes.
El leonés te tiene preso 5
por dar gusto al navarrisco
y a su infanta basilisco
cuyo amor le quita el seso.


LOPE

Pluviera a Dios.


BERMUDO

¿Pues lo dudas,
si, porque le dé la mano, 10
haciendo paz con su hermano
te tiene así?


LOPE

Penas mudas
disfrazan esa mentira
y honestando ese color
a la infanta finge amor 15
cuando adora a doña Elvira.
Celos que tiene de mí
le abrasan el corazón
y ocasionan mi prisión.

BERMUDO

Vive Dios, que lo entendí 20
de ese modo desde el día
que trayéndola a palacio
para obligarla despacio
de su hermana la confía.
Porque es la privanza tal 25
con que doña Blanca la ama,
que aunque vino a ser su dama
más parece que es su igual.


LOPE

¡Ay Bermudo!, ¿quién creyera
que cuando la imaginé 30
inexpugnable en la fe
de mi amor, de vidrio fuera?
¿Quién dudará de promesas,
con lágrimas rubricadas,
de palabras no guardadas, 35
en agua, en arena impresas,
de desdenes a un rey hechos
para asegurarme a mí?
Firme en Asturias y aquí
mudanza toda.

BERMUDO

Cohechos 40
reales hechizan, en prueba
que en las ferias del amor
en fe que es revendedor,
el que más da se las lleva.
¿No te envía a visitar 45
después que preso la lloras?


LOPE

En la mujer son las horas
siglos. ¿Quién se ha de acordar
de un siglo? Ya estoy difunto
en su memoria; no la hace 50
de mí.


BERMUDO

El requiescat in pace
y el prenderte vino junto.
Verás cuál te la pondré.
  
(DON TELLO.)
  

TELLO

Don Lope, el rey por honraros,
en persona viene a hablaros. 55


BERMUDO

¡El rey, zape! Escúrrome.
  
(Vanse estos dos y sale ORDOÑO.)

ORDOÑO

Don Lope, más ha podido
en mi pecho la piedad
que las causas que he tenido
de oprimir la libertad 60
con que os juzgáis ofendido.
Don Sancho Abarca me escribe
muchas cosas contra vos
y a la guerra me apercibe
si os suelto. Somos los dos 65
deudos cercanos; no vive
menos que eterno el enojo
en los reyes. A su hermana
me ofrece, bello despojo
de hermosura, que tirana 70
pudiera a cualquiera arrojo
obligarme, a no templar
doña Blanca el interés
de mi amor. Muestra pesar
de veros preso, después 75
que halló en su pecho lugar
la sangre con que os estima,
que en efeto es vuestra prima
y siente como es razón,
que haya belleza en León, 80
que a daros muerte me anima.
Doña Elvira Osorio es esta,
de quien en Asturias fuistes
huésped, no me manifiesta
los agravios que la hicistes, 85
mas contra vos me molesta.
En efeto por libraros,
con el navarro es forzoso
romper y por conservaros
la vida, no ser esposo 90
de su hermana. A ponderaros
vine lo que me debéis,
porque cuando libre estéis,
deudo vasallo y amigo,
de la suerte que os obligo, 95
mercedes desempeñéis.
Por mayordomo mayor,
mi casa, Lope, os recibe.

LOPE

¡Qué bien un sabio, señor,
ponderó cuan cerca vive 100
la dicha del disfavor!
De vuestra grandeza distes
señal, cuando el ser os debo,
que a Dios imitar quisistes,
pues para hacerme de nuevo, 105
de nuevo me deshicistes.
Mas verificáis ansí,
dejando ejemplos en mí
de tan piadosa largueza,
que el añadir no es grandeza, 110
el hacer de nuevo sí.
Declaraos pues gran señor.


ORDOÑO

Prenda en mi corte tenéis
que os sacará de deudor,
baste esto, si pretendéis 115
cumplir con vuestro acreedor.

(Vase.)

LOPE

¡Ay cielos! Elvira ha sido
la prenda del desempeño,
que ayer me llamaba dueño
y hoy me destierra a su olvido. 120
Hame el rey favorecido,
amor porque más me enciendas,
mientras con celos me ofendas,
que ya atropellando leyes,
interesables los reyes 125
si fían, es sobre prendas.
Si la libertad me impide
doña Elvira si desea
que Ordoño muerto me vea,
¿por qué agora me la pide? 130
No es posible que me olvide,
pues al rey le causó pena.
Pues si mis dichas enfrena,
es por ver que Elvira es mía,
que ninguno empresta o fía 135
caudal sobre prenda ajena.
Pues si a Elvira debo amor,
justo es que le satisfaga,
que amor con amor se paga,
como rigor, con rigor. 140
De Ordoño quedo deudor,
mucho valen sus favores.
Pero pues son anteriores
los de Elvira, cobrad vos
amor y hagamos los dos 145
pleito esta vez de acreedores.
(Vase.)

(DOÑA ELVIRA y BERMUDO.)

  

(Ella con verdugado y abanino,
como las damas de palacio.)

  

ELVIRA

Si entráis otra vez aquí,
si más don Lope os envía
a que desacreditéis
mi opinión.


BERMUDO

Seora mía. 150


ELVIRA

Yo os pondré.


BERMUDO

Cual digan dueñas.
Falta solo, pues usía
dueña se vuelve de dama,
que eternamente gruñizan.
Gruñan cien varas de toca 155
holandesa o piche lingua,
por cuya blanca gatera
se asoma una cara mica.
Mas usiría, muchacha
brillante, esplendora, armiña, 160
candor, crepúsculo, amago,
aroma, coturno, pira.
Usiría que enjaulando
el copete que entroniza,
solapa una ratonera 165
de tanto moño tarima.
¿Y en esa edad gruñizón?,
¿qué ha de hacer cuando sea tía?,
¿qué cuando suegra o madrastra,
si rapaza matroniza? 170
¿Ansí se olvidan señora
finezas?, ¿ansí se olvidan
veinte años de parentesco?,
¿dos meses de hospedería?,
¿ocho semanas de mesa?, 175
¿de trato sesenta días?
¿Ansí dos mil y cien horas
de aposento y ropa limpia?
Esto de Ordoñas diademas
la debe de hacer cosquillas, 180
por saltar enchapinada
a alteza de señoría.
¡Pobre de quien lo padece!

ELVIRA

Villano, todo malicias,
necio todo atrevimientos. 185


BERMUDO

Eche sinónimos, diga.


ELVIRA

¿Qué le debo yo a don Lope,
cuando a Ordoño desobliga?
¿Fui yo por dicha su dama?


BERMUDO

¿Por dicha?, por su desdicha. 190


ELVIRA

¿Debo a un deudo más que a un rey?
¿Qué empeños suyos me obligan?


BERMUDO

Eso de empreños señora,
la comadre que lo diga,
que yo sé poco de partos. 195


ELVIRA

Hola, quitaldo la vida
a este bárbaro, este necio.


BERMUDO

Oliendo voy a paliza,
voyme. Pero sepan cuantos
vieren, que mi amo peligra 200
y toca en desesperado,
que es la causa doña Elvira.
Por ella olvidó a Isabela,
la mujer más resabida,
más discreta, más hermosa, 205
más gentilhombra, más rica,
que una abadesa en las Huelgas,
que una condesa en su villa
y una dama de teatros,
que es más que todas las dichas. 210
Quien tal hace, que tal pague.

(Quiere entrarse.)

ELVIRA

(Aparte.)
 
Disimulaciones mías,
en vano encubrís pasiones,
cuando penas las publican.)
Bermudo escucha, detente, 215
oye, aguarda, espera, mira.


BERMUDO

Mire, escuche, espere, aguarde
quien trae fieltro si graniza,
que yo no tengo paciencia
para esperar zancadillas 220
de una mudable, que fue
Elvira ayer y hoy Paulina.

ELVIRA

No soy Bermudo mudable,
firmezas me califican,
recelos me descomponen, 225
riesgos me desacreditan
¿fiareme yo de ti?


BERMUDO

Los taberneros me fían,
los camaradas me emprestan,
los hosteros me convidan, 230
yo soy lego y abonado.

ELVIRA

Deja burlas, no ama el día
tanto al sol, alma del cielo,
tras una noche prolija
como yo a don Lope adoro. 235
Celos, sino tiranías
de Ordoño le tienen preso,
porque le quiero peligra.
Si ve que le correspondo,
cuantos le temen me avisan, 240
que el poder si injusto real
le intenta quitar la vida.
Por eso finjo desdenes,
por esto desautorizan
ingratitudes voltarias, 245
en lo exterior la fe mía.
Que dentro del alma adora
memorias que me lastiman.
Amaba Ordoño en Navarra,
viome en Asturias un día, 250
provoquele desdeñosa,
creció en sus celos su envidia.
No sufre la majestad
por la lisonja aplaudida,
inobediencias amantes 255
que es sol y fácil se eclipsa.
Quiero engañarle amorosa,
porque la infanta, que olvida,
por más difícil despierte
llamas que el tiempo amortiga. 260
Este es, Bermudo, mi intento,
esto quiero que le digas
a mi bien, a tu señor,
alienta esta industria. Anima
este ardid, desmiente celos, 265
asegúrale que estriba
su libertad en mi engaño,
en mis desdenes sus dichas,
mas que no crea apariencias,
inconstantes a la vista, 270
mientras que dentro del alma
verdades no verifica.
Que le aborrezco adorado,
que le desdeño perdida,
que le idolatro engañosa, 275
que le persigo benigna
y que en fe de mis afectos,
cerros, solios, monarquías,
enojos, severidades,
persecuciones, malicias. 280
Serán lo que al sol las nieblas,
lo que al fuego las espigas,
la tempestad a los montes,
a la verdad la mentira.
Porque a pesar de combates, 285
siempre en amarle la misma,
se preciará ser eterna,
de don Lope doña Elvira.

(Vase.)

BERMUDO

Almogrícente paredes,
rotulícente en esquinas, 290
los escribanos de yeso,
que algunos llaman escribas.
¡Oh qué pisto que a don Lope
le llevo! A pedirle albricias
voy. Esta si que es mujer, 295
protodama y arquininfa.

(Vase.)

  
(DOÑA BLANCA y DOÑA SANCHA.
Saca un retrato de dama entero
y otro en pedazos.)
  

BLANCA

Del ingenio y el retrato,
Sancha necesito agora.

[SANCHA]

Piadosa restauradora
ha sido de ese retrato. 300
En ti medra la ventura
que por don Lope perdió,
su mudanza le rasgó,
ingrato con la pintura.
De su olvidada Isabela 305
tu compasión acreditas,
pues su copia resucitas,
mas no alcanzo la cautela
con que el traje la has mudado.
¿Qué advertiste en sus fragmentos? 310

BLANCA

Amor, todo pensamientos,
en uno industrioso ha dado.
Feliz, si salgo con él
y se luce lo que trazo.

(Juntan los pedazos del un retrato
y cotéjanle con el entero.)
 
Junta Sancha este pedazo 315
con estos.


SANCHA

Volvió el pincel
por su agravio, sutilmente
su belleza retrató.


BLANCA

Íbale llevando yo
la mano, aunque estaba ausente, 320
al pintor, cuando en su idea
mis afectos le imprimía.


SANCHA

Si a compasión te movía,
rasgado, entero recrea,
no vi igual similitud, 325
¿mas por qué de peregrina?


BLANCA

Sancha porque descamina
la fortuna mi quietud,
si tú supieras la guerra
de mi amor, pudiera ser. 330

SANCHA

No es difícil de saber
el mal que tu pecho encierra.
¡Ay señora!, esa pintura
la contagión te ha pagado
de su amor menospreciado, 335
porque tal vez el que cura
dando al enfermo salud,
consigo su mal se lleva,
bástame a mí para prueba
desta verdad, tu inquietud. 340
A don Lope quieres bien.


BLANCA

Quiérole bien por mi mal,
Sancha, ¿quién creyera tal?
¿No es prodigio, que el desdén
con que a Isabela maltrata, 345
ocasione mis desvelos
y que se muden los celos
que en esta imagen retrata
en mí con tanto rigor,
que engendre mi pensamiento 350
de su mudanza escarmiento
y de su escarmiento amor?
¿Que llore yo compasiva
agravios de quien no vi
y que estos mismos en mí 355
causen que celosa viva
de la misma a quien procuro
piadosa favorecer?,
¿que envidia venga a tener,
a quien don Lope perjuro, 360
ofende menospreciada?
¿quién sino yo ha visto, cielos,
que celos engendren celos
y envidie yo a una olvidada?

SANCHA

Peregrina es tu pasión, 365
como el traje que al retrato
pintar hiciste.


BLANCA

A un ingrato
Sancha, he dado el corazón,
que mis desvelos celosos
a envidiar desgracias vienen. 370
Porque ya en el mundo tienen
las desdichas envidiosos.
Estoy de suerte abrasada,
que a trueco, ¡ay suerte homicida!,
de haberme visto querida, 375
sufriera el verme olvidada.
Esta envidia, estos desvelos
me causa Isabela, mira
cual me tendrá doña Elvira,
blanco mayor de mis celos. 380


SANCHA

Y si el de Vizcaya viene,
¿con quién nuestro rey desposa
a vuestra alteza?


BLANCA

Forzosa
ocupación le detiene.
Usúrpala el Bearnés 385
a Guipúzcoa y en su ofensa
quitarle a Vizcaya piensa,
que es poderoso el francés.

SANCHA

Yo a don Lope declarara
la fee que tu amor le muestra. 390


BLANCA

Con más industria me adiestra
la suerte que intentó rara.
No ha de saber que le quiero,
que así indecencias reprimo
de mi estado.


SANCHA

¿No es tu primo? 395


BLANCA

El más noble caballero,
es de Navarra y León.
No es nuevo con sus vasallos,
casar infantas y honrallos
los reyes de mi nación. 400


SANCHA

¿De ese modo en qué reparas?
Déjame ese cargo a mí.


BLANCA

Sancha, habiendo dado el sí
al duque, ¿no me culparas
si mudable permitiese, 405
que otro que el duque me amase,
su palabra el rey quebrase
y don Lope me sirviese?
¿Él la dama y yo el galán?
Más ingeniosa cautela 410
fabricó, no amó a Isabela
don Lope?

SANCHA

Por ella están
los dos reyes mal con él.


BLANCA

¿No tengo en mi poder yo
el retrato que rompió?, 415
¿los papeles de Isabel?
¿Y otras prendas?


SANCHA

Es ansí.


BLANCA

Pues con algún fundamento
mudándole el traje intento,
que el retrato que adquirí, 420
mis industrias asegure.


SANCHA

No te acabo de entender.


BLANCA

Tercera tengo de ser
de Isabela, aunque aventure
que amándola, me dé celos, 425
por escusar los de Elvira,
amor que a enredos aspira,
animará mis desvelos.


SANCHA

Ya está tu don Lope aquí.


BLANCA

Pues déjanos a los dos. 430


SANCHA

Amor, si fuérades Dios,
no enredárades ansí.

(Vase.)

(DON LOPE con una carta.)

  

LOPE

Cásase en Francia Isabela,
conforme en esta me escribe
y como en mi pecho vive 435
Elvira, no me desvela
la mudanza de su estado.
Mas si yo a Elvira no amara,
bien sé yo que me costara
la vida haberme olvidado. 440
Busque en los mares firmeza
quien en mujeres la fía.


BLANCA

¿Don Lope?


LOPE

¿Señora mía?
Deme los pies vuestra alteza.


BLANCA

La libertad que adquirís 445
me tiene a mí tan gustosa,
que pudiera estar quejosa,
de que cuando recebís
plácemes, no me los deis,
como a parte interesada, 450
mas ya yo estaba informada
de cuán mal correspondéis
a vuestras obligaciones.

LOPE

A hallar yo merecimientos,
si quiera en mis pensamientos, 455
cuanto y más en mis acciones
de tal merced, no tuviera
quejas de mi suerte avara,
antes desdichas comprara
con que ocasionar pudiera 460
en vuestra alteza piedad
y envidia en mis enemigos.
Mas, gran señora, ¿castigos
entre favores? Mirad
que no dicen proporción, 465
¿quién contra mí os ha mentido,
que yo no he correspondido
a quien tengo obligación?


BLANCA

Quien sostituye en ausencia
su agravio en mí, mirad bien. 470
Lope ¿en agravio de quién
os acusa la conciencia?


LOPE

No sé yo quien pueda hacerme
cargo de haber sido ingrato.


BLANCA

¿Conocéis este retrato? 475

(El entero. )


LOPE

¡Válgame Dios!

BLANCA

A quien duerme
con deudas, poco le aflige
el deseo de pagarlas.
Yo tengo de ejecutarlas.
Por eso don Lope os dije, 480
que soy en sostitución
de vuestro empeño acreedora.


LOPE

Ya Isabela, gran señora,
me suelta esa obligación.
Porque la casa en París 485
su hermano esta carta lea.

(Mírala.)


BLANCA

Con esa industria desea
saber si ausente admitís
la plebe ya medicina,
que amor, en vos liviandad, 490
hallo en ausencias. Mirad
que el traje de peregrina
no viene bien para esposa
de ese fingido francés.
Vuestro mudable interés 495
hace que os siga celosa.
Tan cerca está de León,
deseando reduciros,
que le cuesta más suspiros,
que pasos vuestra prisión. 500
Correspóndese conmigo,
como este retrato muestra,
sabe la mudanza vuestra
y en señal de que me obligo.
A volver por su derecho, 505
os aviso desde aquí,
que Isabela vive en mí,
puesto que no en vuestro pecho.
Que cerca desta ciudad
asiste, que la doy cuenta 510
de cuanto en su agravio intenta
vuestra leve voluntad.
Que las quejas que tuviere
de vos, por mí han de correr,
que fiscal vuestro he de ser, 515
que si hablar a Elvira os viere.
Mientras su amor no se olvida,
me transformaré industriosa
en Isabela celosa,
en doña Blanca ofendida. 520
Y que en fe de amistad tanta,
procuraré con cautela,
quejarme como Isabela
y vengarme como infanta.

(Vase enjugando los ojos.)

LOPE

Dos soles humedecidos 525
eclipsaron resplandores.
Quien vio celos coadjutores
de amores con dos sentidos.
¿Llorar ajenos olvidos
cuando los propios no ofenden? 530
No cielos. Que aunque pretenden
cubrir enigmas enojos,
descifran lenguas los ojos,
con que las almas se entienden.
¿Podré yo osar atreverme 535
a imaginar que la infanta,
mis pensamientos levanta,
abatiéndose a quererme?
Para no desvanecerme,
socorredme vos razón, 540
que está cerca de León
Isabela afirma, cielos
¿creerelo?, ¿o que tiene celos
de mi nueva pretensión?
  
(Sale ORDOÑO.)

ORDOÑO

Ya Lope habréis consultado 545
el modo del desempeño,
con que agradable os enseño
a pagar ejecutado.
Mirad vos quien puede ser,
quien me obliga a apresuraros. 550


LOPE

Gran señor, para pagaros
lo que os confieso deber,
aunque acepto la libranza,
tiemblo de verla partida.
Déboos libertad y vida, 555
honra, opinión y privanza,
aprieta la ejecución
y es mi caudal limitado,
cobrad cuanto me habéis dado,
honra, vida y opinión. 560
Os vuelo, que es acción cuerda,
porque el deudor satisfaga,
si por ser pobre no paga,
que las hipotecas pierda.
Porque yo no sé que aquí 565
tenga prenda suficiente
a tanto empeño.


ORDOÑO

El prudente
y leal no paga así.
Deudor que quiebra tan presto,
poco estima a su acreedor. 570
A Elvira tenéis amor.

LOPE

Es engaño manifiesto.
Soy primo suyo y fïeme
de la sangre y amistad
de su hermano, la crueldad 575
un rey, que el vasallo teme,
hallo en su casa recreos
y en su socorro clemencia,
mas no en sus ojos licencia
para desmandar deseos 580
que pasen tan adelante.
Solo por prima la estimo.


ORDOÑO

Tal vez entra amor por primo
y se queda por amante.
Pero ¿por qué doña Elvira, 585
si nunca hubo entre los dos
voluntad, es contra vos
tan crüel? ¿Por qué suspira
viéndoos libre? ¿Qué recela
de que estéis en mi privanza, 590
sino es temer la mudanza
con que os volvéis a Isabela?
Ya me ha dado a mí noticia,
quien ampara su afición,
de cuán cerca de León 595
diligencias desperdicia
cifradas en un retrato,
que temo negocie mal,
porque en otro original
idolatráis siendo ingrato. 600

LOPE

(Aparte.
 
Alto, no mintió la infanta.
Isabela a perseguirme
ha venido.


ORDOÑO

A ser vos firme,
ni Isabel con causa tanta,
formara quejas de vos, 605
ni su opuesta os persiguiera
por conocer cuan ligera
tenéis el alma.


LOPE

Las dos,
señor, por diversos modos
me envidian en vuestro amparo. 610
Mas por Dios, que es caso raro,
que alcancen a saber todos,
que está en León Isabela
y solo lo ignore yo.

ORDOÑO

Como Elvira os ocupó 615
el alma, como os desvela,
no es mucho que no atendáis
a lo que otros han sabido,
ella en efeto ha venido
por vos, que su fee agraviáis. 620
Y yo estoy desengañado,
de que si os persigue Elvira,
es porque mudable os mira
y celosa del cuidado
que Isabela os ha de dar, 625
finge amarme, porque así
viváis celoso de mí,
procurándoos conservar
con esta industria en su amor,
que en semejantes desvelos, 630
ni dura el amor sin celos,
ni hay fee sin competidor.
En mi presencia la hablad
tan tierno, tan oficioso,
tan amante, tan celoso, 635
por mostrarme voluntad,
que finjáis que lo sentís
con veras del corazón.
Pero esto con prevención,
de que lo que la decís, 640
suponga que ya otras veces
se lo habéis notificado.

LOPE

o vivo subordinado
a vuestro gusto.


ORDOÑO

Haced jueces
mis dudas de sus acciones. 645


LOPE

Pues señor, ¿qué sacáis dellas?


ORDOÑO

Intimando la querellas
con tiernas demostraciones.
Si os quiere bien, claro está
que he de ver en su semblante 650
indicios que es vuestra amante.
Y que ufana pensará,
que los celos que os ha dado
conmigo y ella ha fingido,
os conservan reducido 655
y de Isabela olvidado.
Pero si vos la quisistes
y ella no os correspondió,
para que no dude yo
de que nunca en ella vistes 660
recíproca voluntad,
fuerza es, si obligarme espera,
que desdeñosa y severa,
os castigue su beldad.


LOPE

(Aparte.)

¿Hay peligro semejante? 665

ORDOÑO

Yo aunque el alma la rendí,
desde que la truje aquí,
doy muestra de firme amante.
De la infanta que me ofrece
el navarro por esposa, 670
porque una mujer celosa
con más afecto apetece
a quien se entibia en su llama.
Y si esto no la ofendiere,
por quereros no me quiere 675
y os persigue porque os ama,
¿qué os cuesta si no la amáis
dejarme a mí satisfecho?


LOPE

(Aparte.)
 
Un volcán tengo en el pecho.
 (A él.)
Yo haré lo que me ordenáis, 680
por sacaros del abismo
en que sin causa os metéis.


ORDOÑO

Turbado Lope os habéis,
aconsejaos con vos mismo,
entre tanto que ella y yo 685
volvemos a examinar
verdades que han de quedar
apuradas.
(Vase ORDOÑO.)


LOPE

Remató
la fortuna con mi seso,
echó el resto a sus rigores, 690
¿no fuera mejor temores
acabar conmigo preso?
Si doña Elvira me trata
con desprecio, he de perder
la vida, si llego a ver 695
amor en mi hermosa ingrata.
El rey ha de aborrecerme,
la infanta ha de perseguirme,
mudable en efeto o firme,
voy desdichas a perderme. 700

(Vase.)

(DOÑA BLANCA y DOÑA ELVIRA.)

  

ELVIRA

Si yo causas bastantes no tuviera
de don Lope, no fuera
perseguidora suya,
vuestra alteza su vida restituya,
conocerá los daños 705
que a su hermano ocasionan sus engaños
y que en cualquier suceso
estuviera mejor sin vida o preso.


BLANCA

Estraña es tu porfía,
don Lope es primo tuyo, es sangre mía 710
y una sangre en las dos me causa espanto,
que en pro y en contra se distinguen tanto.


ELVIRA

A saber vuestra alteza mis agravios.


BLANCA

Tus ojos me los dicen, no tus labios,
tienes al rey celoso 715
de don Lope, que un tiempo más dichoso
en tu favor, que agora
si agrados adquirió, desprecios llora
y temiendo que impida
de tu amor la esperanza presumida, 720
que reina te blasona,
con Lope eres cruel, por la corona.


ELVIRA

No cabe en mí bajeza
tan civil como juzga vuestra alteza.


BLANCA

¿Pues por qué le persigues? 725


ELVIRA

No puedo declararlo.

BLANCA

Ni te obligues
a descubrir secretos,
que mudos nos pregonan tus afectos.
Pero porque propicia
a Isabela desmientas la malicia 730
de mis sospechas, doña Elvira advierte,
que tendrá en tu desdén que agradecerte.
Porque a León vecina
en traje y en firmeza peregrina
de mí a valerse viene 735
y a instancia suya su don Lope tiene
la libertad deseada
de ti tan perseguida y repugnada.
Si incrédula lo dudas,
 (Enséñaselo.)
este retrato puede en líneas mudas 740
atestiguar conmigo
verdades que me fía y que te digo.
Isabela a don Lope se le envía
y su dicha ha de estar por cuenta mía.
Como la tuya, porque deste modo 745
el rey sin celos se asegure en todo,
que ya se van logrando
los medios que voy dando,
pues don Lope a Isabela reducido,
mejora de cuidados en tu olvido. 750
(Vase.)

ELVIRA

¿En mi olvido?, ¿y que mejora
de cuidados desleal?
¿Tan cerca el original
y aquí el retrato que adora?
Agora celos, agora 755
podréis salir al encuentro
del alma, que es vuestro centro,
porque me anegue entre agravios,
pues no os permiten los labios,
dad voces puertas adentro. 760
Agora sí, que el rigor
de su límite ha salido,
con un rey aborrecido
y que he de mostrarle amor,
con una infanta al favor, 765
de mi enemiga inclinada,
una mujer olvidada,
que en matarme se resuelve,
un hombre que a amarla vuelve,
y yo muda y desdichada. 770
¿Qué hará entre tantos castigos,
quien con uno se desvela?
El rey, la infanta, Isabela,
don Lope, ¡hay más enemigos!
Todos contra mí testigos. 775
¿Yo persiguiendo a quien quiero,
contra el Ordoño severo,
si le muestro voluntad
y el culpando mi crueldad,
constante en su amor primero? 780
Perdida estoy, ¡ay de mí!

(BERMUDO.)

  

BERMUDO

Barzagas que con el tope,
a caza ando de don Lope,
señora desde que vi
la elvirísima firmeza, 785
que está a mi cargo advertirle
y en todo hoy no hay descubrirle.
¿Pero de qué es la tristeza?
¡Qué fulminan esos ojos
un diluvio de cristal, 790
un «fallamos» criminal,
con un «agua va» de enojos!


ELVIRA

Dámelos vuestro señor,
que envidiando medras mías,
osa alentar sus porfías 795
contra un rey competidor.
Y si mi paciencia apura,
podrá ser, cuando la pierda,
que me canse de ser cuerda
y castigue su locura. 800
Vos, de quien satisfación
tiene, pues os comunica,
que hasta en esto califica
aciertos de su elección,
pues que sois su consiliario, 805
si riesgos suyos teméis,
de mi parte le diréis,
que no siempre temerario,
ha de hallar su atrevimiento
fortuna que le socorra 810
y que un desaire se borra,
tal vez con el escarmiento.
Que tengo al rey de mi mano
y le obligará mi enojo,
si prosigue, a algún arrojo, 815
que intente aplacar en vano.
Que pague a la peregrina
finezas, sin serla ingrato
y se reduzga al retrato
que una infanta patrocina. 820
Porque ni yo en él estimo
afectos de sus mudanzas,
ni admití en sus esperanzas,
más acciones que de primo.
Que de un hombre que sin ley, 825
con desdoro de su fama,
ni es constante con su dama,
ni es seguro con su rey.
Es medio cuerdo el hüir
y que si vivir desea, 830
o se ausente o no me vea.
Porque en dando en proseguir
temas que de nuevo empieza,
tengo a Ordoño en mi poder
y como le hice prender, 835
le haré cortar la cabeza.

BERMUDO

¿Qué más dijera un Herodes
por Pascua de Navidad?
Con la luna en variedad
mereces que te acomodes. 840
¿No ha una hora, una? No ha media
que de otro temple estuviste,
más trajes tu amor se viste,
que una dama de comedia.
¿Quién sufrirá tus achaques, 845
si ya haces sol, ya granizas?
Pero hay damas febrerizas
con amores almanaques.
¿Tuvo pintor maniquí,
que armado de coyunturas, 850
mudase tantas posturas?


ELVIRA

¿Hombre intentas?


BERMUDO

No hay aquí
hombre, o acá, que tanto ha
que me dijiste sin ira,
oye, aguarda, espera, mira, 855
detente, escúchame, y ya
son pedradas tus lisonjas,
tu serenidad nublado
y tu amor más revesado,
que diez billetes de monjas. 860
Andaba yo tras mi amo,
de ceca en meca, por darle
un pisto con que alentarle
y ya con ese reclamo
le daré gentil consuelo. 865


ELVIRA

Pues yo.


BERMUDO

Yo, ¿quién me decía
dos credos ha: no ama al día
tanto el sol, alma del cielo,
como yo a don Lope adoro?

ELVIRA

Mientes, ¿yo te dije tal? 870


BERMUDO

Mi memoria está cabal,
yo sé la lición de coro.
Y cuando cuenta me pida
diré que decía el recado:
que le aborrezco adorado, 875
que le desdeño perdida,
que le idolatro engañosa,
que le persigo benigna.
¿Es esta mudanza digna
de una mujer generosa? 880
Cuerpo de Cristo, constante
en el desdén o afición,
o bien siempre requesón
o bien turrón de Alicante.
¡Qué traza de melonar 885
para mujer de valor!

(Hace que se va.)


ELVIRA

Oye.


BERMUDO

Ya no soy oidor,
vuélvome a desgarnachar.
Llévame airado un impulso.
  
(Encuéntrase con DON LOPE.)
  
¡Oh, señor! Haz experiencias, 890
médico de intercadencias
y tienta a tu dama el pulso.
Porque la tengas mancilla
de que en tu oprobio o tu loa,
ni es bien Óñez, ni es Gamboa, 895
ni está al vado, ni a la orilla.

(Vase.)

LOPE

Doña Elvira brevemente,
antes que el rey que me sigue
nos escuche, no os obligue
a piedad, si pretendiente 900
me veis vuestro, que es cautela
de cierta razón de estado
en que el rey que os ama ha dado.
Yo quiero bien a Isabela,
hémonos de ver los dos, 905
porque me la trujo el cielo.
Rigores del rey recelo
y no me acuerdo de vos.
Mándame, que os diga amores
y os pida celos de olvidos, 910
si retiráis los oídos,
pues son para el rey mejores,
y interpretáis al revés
las finezas que os dijere,
seréis cuerda, esto os requiere 915
mi fe, no os quejéis después,
que os aborrezco por Dios,
como a quien matarme quiso.


ELVIRA

Despejo tiene el aviso,
¿pues yo cuándo os quise a vos? 920
  
(ORDOÑO y DOÑA BLANCA.)
  

ORDOÑO

Oye infanta estas verdades
porque mis recelos venzan.

BLANCA

Ya tus ardides comienzan
a aclarar obscuridades.


ORDOÑO

Que nunca le quiso bien 925
afirma, porque destruyas
mis sospechas y las tuyas.


BLANCA

Prosiga con su desdén,
que si es verdad lo que dice,
saldrá mi agencia segura 930
y premiada la hermosura
de Isabela.


ORDOÑO

Qué bien hice
en fiar desta quimera
la quietud de mi sentido.


BLANCA

Finge que estás divertido 935
y que no los ves.


ORDOÑO

(En voz alta a su hermana,
como que no los ha visto.)
 
Espera
el navarro rey hermano
la final resolución
de mis bodas. Estas son
las cartas, daré mañana 940
esperanzas a un deseo,
hasta aquí indeterminado.
La infanta esta me ha enviado,
tómala.


BLANCA

(En voz baja.)
 
Yo fingiré que la leo,
y tú me ponderarás 945
cada cláusula y razón,
ocupando la atención
en ellos. Y así podrás
satisfacer los antojos
de tus celos encendidos, 950
en don Lope los oídos
y en este papel los ojos.

ORDOÑO

Discreto es tu advertimiento,
va de industria.


LOPE

(Bajo.)
 
El rey nos mira.
no me creáis doña Elvira, 955
porque en cuanto os digo miento.

(Alto.)
 
Mas admiro Elvira hermosa,
veros negar evidencias,
de quien para eternizarlas
fueron testigos las peñas 960
de las montañas de Asturias,
cuando envidiando finezas,
las fuentes las murmuraron,
las coronaron las yerbas,
que cuantas persecuciones 965
y riesgos a instancia vuestra,
culparon vuestra mudanza,
lastimaron mi inocencia,
desmintieron nuestra sangre,
coronaron la clemencia 970
de la infanta protectora.
Condenaron la aspereza
del rey, de vuestro rigor,
de los hados, de mis penas,
de una voluntad amante, 975
hoy de acero, ayer de cera.

ELVIRA

Don Lope, esas novedades
estraño, tened prudencia,
que alargáis jurisdiciones
de deudo a mayores deudas. 980
¿Cuándo os atrevistes vos,
o yo cuándo os di licencia
a palabras misteriosas,
que a mi respeto se atrevan?
Huésped os vio nuestra quinta, 985
pero tan pesado en ella,
que para mí fueron años,
días de vuestra asistencia.
Obligaciones de primo
os dieron alberge y mesa, 990
ojalá que las harpías
que las fábulas nos cuentan,
y no vos, la profanaran,
pues es mayor la molestia
que me causa vuestra vista, 995
que la que refieren dellas.
Yo os aborrezco, don Lope,
más que a la luz las tinieblas,
la lealtad a la traición,
el regocijo a las penas. 1000
No admite Ordoño verdades
desde que os vio, porque piensa
que mi voluntad, del modo
que mi casa os aposenta.
Bien sabéis vos que esto es falso. 1005
¡Ay Dios, si el rey lo supiera!,
o nunca vuestras desdichas
a nuestra quinta os trajeran.
Siendo así, ¿por qué os asombra,
que en el alma os aborrezca, 1010
que mortalmente os persiga?,
pues si vivís, estoy cierta,
que ha de morir mi quietud.
Si bien me queréis, dad muestras,
ausentándoos desta corte, 1015
que os califican finezas.
Porque si perseveráis
aquí, para que me ofenda,
no os asegura la vida
quien es infeliz por ella. 1020

LOPE

Alzad la voz, levantalda,
para que el rey os entienda,
con su hermana divertido;
abrasaréis la tibieza
de su amor con vuestras llamas. 1025
Publicad con apariencias
mentiras que el corazón
en los labios vitupera.
Interesable fingís
que le adoráis, porque os feria 1030
la fortuna en él coronas,
que presto os aplauden reina.
Pero yo sé que en el alma
os ocupan sus potencias
mis memorias desvalidas 1035
por no ofreceros diademas.
¿Que a no oponérseme Ordoño,
qué ignorante habrá que crea
que de mi amor no ha quedado
vestigio o señal siquiera? 1040
¿Habrá fuego tan remiso,
que por liviano que yera,
la fábrica más constante
no se rubrique en sus piedras?
Pasa en un instante el reino, 1045
pero no por eso deja
de firmar «Aquí fue Troya»
en los bronces y en las peñas.
Si yo fuera rey, Elvira,
yo imperios os rindïera, 1050
del modo que el corazón
me adulara vuestra lengua.


ELVIRA

O habéis perdido sin duda
con el seso la prudencia
o envidioso de mis dichas 1055
las eclipsáis con quimeras.
¿Yo os tuve a vos voluntad?
¿Yo os descuidé jamás muestras
en los labios, en los ojos,
con que amor os desvanezca? 1060
¿Cuándo os amé yo?

LOPE

(En voz baja.)
 
¿Sentislo
de ese modo? ¿Habláis de veras
o satisfaciendo a Ordoño
me tratáis con estrañeza?
Si es solo para obligarle, 1065
bastan que palabras sean,
ingrata Elvira, verdugos
de mi apurada paciencia.
No los ojos, no el semblante,
maltratadme con la lengua, 1070
consoladme con la vista,
al rey las espaldas vueltas.
No me obliguéis a que saque
la daga y en su presencia
dé fin a mis infortunios, 1075
dando principio a tragedias.


ELVIRA

(Alto.)
 
Hablad alto, que creerá
quien de ese modo os advierta
que en desdoro de mi fama
me intimáis secreto, señas 1080
de algún desaire en mi honor.

(En voz baja.)
 
¿No me advertís que no os crea?
Ya os obedezco don Lope.
Peregrina contrayerba
tenéis en la peregrina. 1085
Ilda a ver, pues está cerca.

(En voz alta.)
 
Estimad estos avisos,
porque en dando vuestro tema
en asistir en la corte,
peligra vuestra cabeza. 1090
Haré quitaros la vida
vive Dios, si estáis en ella
dos horas.

(Bajo.)
 
Dueño del alma
ni te ausentes ni me creas,
que miento en cuanto te digo, 1095
matareme si me dejas.

(Alto.)
 
Si en León estáis mañana,
si della el rey no os destierra,
si el navarro no os castiga,
si mi hermano no me venga, 1100
yo tengo armas, yo rigores.

(Bajo.)
 
¡Ay alivio de mis penas!,
que te adoro, que me abrasan
celos tristes de Isabela.

(Alto.)
 
¡A Ordoño adoro, don Lope! 1105

(Bajo.)
 
Miento, amores, miento; deja
que industrias disimuladas
tu vida del rey defiendan.

(Alto.)
 
Basten estas certidumbres
para dejar satisfechas 1110
dudas del rey a quien amo
y en vos presunciones necias.
Y voyme, que por no veros
fuera dicha el nacer ciega.

[Bajo.]
 
Mi bien, mi dueño, mi esposo, 1115
ten con mis industrias cuenta.
 
(Vase.)

ORDOÑO

Aguarda, prenda del alma,
detenla, Lope, detenla,
porque premie con los brazos
afectos de tal fineza. 1120
Dichoso salió mi examen;
Lope basta, no más pruebas
en mujer que prodigiosa
es cristal y no se quiebra.

(Vase.)


BLANCA

Mucho Lope os debe el rey 1125
si son fingidas las muestras
de amor que Elvira no admite,
mucho también Isabela
y yo mucho más que todos.
Pero si son verdaderas, 1130
que para fingirlas Lope
vi mucho espíritu en ellas,
que os guardéis de mí os aviso,
porque al paso que agradezca
puntualidad en servirme, 1135
castigaré inobediencias.

(Vase.)


LOPE

Dificultades mayores
mis esperanzas alientan,
que si aparentes desmayan,
interpretadas recrean. 1140
Enemiga favorable,
ama mi Elvira y desdeña,
aborrece cuando adora
y adora cuando desprecia.
Opuestos Ordoño y yo, 1145
más lejos cuando más cerca,
en el puerto y engolfados
con bonanza en la tormenta,
una derrota seguimos,
él su dueño en la corteza, 1150
yo su amante dentro el alma.
Aquí sí, amor, que se encuentran
acciones incompatibles,
ya en los ojos, ya en la lengua,
Elvira aborrece y ama, 1155
Blanca tiene amor y tercia,
y yo, el objeto de todas,
pienso eslabonar cautelas,
obligando a doña Blanca,
entreteniendo a Isabela 1160
y pagando en doña Elvira
prodigios de su firmeza.
De amar por arte mayor
verá el discreto experiencias.