Alegría de Arrabal

​Jícaras Tristes​ (1932) de Alfredo Espino
Alegría de Arrabal

Es la fiesta del barrio. Confusamente gira
el tumulto compacto por las calles estrechas.
Una triste guitarra modula sus endechas
entre un vaho de guisos que en el aire se aspira.

Del rincón solitario donde el ocio conspira,
asciende el humo fétido de las ardientes mechas,
y en la oscura calleja Cupido alista flechas,
y un poeta bohemio pulsa su enferma lira...

En la hedionda cantina de una hidrópica vieja,
en medio de una nube de plebeyo tabaco,
los campesinos rinden sus tributos a Baco.

Bajo el palio de estrellas de una noche estival,
en la semipenumbra de la angosta calleja,
solloza un organillo su queja musical...