Al vino «Abolengo» de las bodegas de Misa (Jerez)
¡Deténte Pasajero! Aquí reposa
el Adán de los vinos jerezanos,
padre de tantos ínclitos ancianos
como duermen en torno de su fosa.
¡Enterrado está el sol bajo esta losa!
Pero no se lo comen los gusanos,
sino que vida y alma los humanos
aun piden a su llama generosa.
«Abolengo» se llama aqueste vino,
y en cada gota concentrado encierra
de mil generaciones el destino...
Si las cuitas del mundo te hacen guerra,
cátalo media vez, ¡oh peregrino!
y jurarás que el cielo está en la tierra.