Al señor Conde de San Luis
Sublima al cielo la sagrada frente
el poderoso; a su anhelar estrecho
es el ámbito patrio; al pie del lecho
encadenada la fortuna siente.
Vuelo a mirar... y el héroe prepotente
por tierra está como ídolo deshecho
al gran soplo de Dios, y el áureo techo
guarida es de traición y odio furente.
¡Oh mengua del poder y su pujanza!
hoy sella el labio, en su defensa mudo,
el que ayer le ensalzó de zona en zona.
Y muriera sin gloria y sin venganza,
si amigo el Arte no le diera escudo
y de oro y lauro su inmortal corona.