Al que desmaya en nuestro sistema
I
editar¿Del gran sistema la contraria suerte tanto te sobrecoge e intimida? ¿Más que la libertad amas la vida? ¿Eliges la cadena, y no la muerte? El contraste no aflige al varón fuerte, él a mayor peligro le convida; dijo perezca el cruel y no trepida, y en león libio, en furia se convierte. Su sangre a borbotones mancha el suelo; él la mira, y el pecho se le inflama, y allí su atropellar, allí su anhelo. Al expirar a sus amigos llama, y despreciando tan funesto duelo, himnos entona que admiró la fama.
II
editar¿Tú lleno de pavor pasas el día los males de tu patria contemplando, y huyendo de un amigo al ruego blando buscas ansiosos la melancolía? ¿Qué hiciste infeliz hombre tu alegría los grillos al romper? ¿a do temblando llevas la planta con tu sombra hablando? ¡Infeliz para sí de ti confía! Húndete miserable, a tus hermanos devuélveles tu mal ceñida espada, no la profanen tan cobardes manos. La augusta Libertad con faz airada te apartará de sus Americanos, y en su templo jamás tendrás entrada.