Al propio asunto (Luzbel y Montes) y con diverso son
de Serafín Estébanez Calderón


 Un cachidiablo toro, el vil Patillas,   
 a un alma salva atájale el camino,   
 tizón en asta, en furia torbellino,   
 por ojos y narices cuatro hornillas.   
 

 El aire troncha en átomos y astillas,  
 según derrota en fiero desatino,   
 mas el genio tremola en blanco lino,   
 con púrpuras orladas las orillas.   
 

 Gallea a lo galán de arrastre y vuelo,   
 y Patillas con él un rudo topo;  
 lo tronza, lo quebranta y rinde al suelo.   
 

 «Cáscaras -dijo el diablo alzando el hopo-,   
 este es Montes, me cuco y vaya al cielo,   
 que temo más su capa que un hisopo.»