Al Marqués de Pescara

Al Marqués de Pescara
de Hernando de Acuña


 Señor, en quien nos vive y ha quedado   
 el gran nombre del Vasto y, su memoria,   
 después que de esta breve y transitoria   
 a al vida inmortal mudó su estado,   
 

 donde desprecia nuestro bajo grado  
 y goza para siempre inmensa gloria,   
 quedando en todo verso, en toda historia,   
 del mundo eternamente celebrado;   
 

 mirad cuán ancha y espaciosa vía   
 os muestran sus hazañas inmortales  
 de haceros inmortal entre la gente,   
 

 y seguid su valor, que con tal guía   
 los más famosos no os serán iguales   
 del siglo ya pasado o del presente.