Al Angelus
Atravesó la obscura galería...
Al Angelus... llamaban al rosario...
la religiosa voz del campanario
vibraba en la quietud de la Abadía.
En sus manos de nácar oprimía
el viejo Kempis o el Devocionario...
La luz de un aceitoso lampadario
delató su presencia en la crujía...
Se vio palidecer su faz de nardo
hablaba de Eloísa y Abelardo
el llanto que la fuente diluía.
Y la Sor que en el mundo fue princesa,
inclinando la pálida cabeza,
atravesó la obscura galería.