Agricultura (DEIE)

Nota: Se respeta la ortografía original de la época

AGRICULTURA ó agronomia de (agros) campos y de (nomos) ley, regla. Ciencia de la cultura de las tierras, bosques, viñas y en general de la explotacion de la parte exterior del suelo.

A esta definicion de la agricultura, sacada de la etimología de la palabra, debe darse hoy mas extension, considerando como de su dominio la multiplicacion y conservacion de las bestias y todos los objetos que son útiles á los labradores.

La agricultura, que aumenta considerablemente la poblacion, que produce inmensas riquezas; la agricultura, que proporcionando al hombre medios decorosos de subsistencia, sostiene su industria y comercio, es la mas antigua, la mas útil, y puede decirse, la mas descuidada de todas las artes. En España, hasta hoy, no se ha tratado de darle por el gobierno ningun impulso, bien por que quizas no se haya comprendido su inmensa utilidad, ó porque no haya habido tiempo para ello, ocupados como han estado nuestros gobernantes con los multiplicados disturbios que tanto lamentamos. En Francia tampoco se perfecciona tanto como necesitá el suelo de aquel pais. Mr.

Duchâtel ministro de comercio en 1833 dijo en la cámara de diputados: "La agricultura no necesita mas que capitales é instruccion. El gobierno no puede proporcionar los primeros, así como es un imperioso deber suyo propagar la segunda". A pesar de esto, hoy se lamentan de que se ha hecho poco en aquella nacion para asegurar la instruccion especial agrícola.

En cuanto á lo que en España ha podido progresar, que es bien poco, es debido á algunos ricos propietarios que han consultado algunas obras y ensayado, por via de recreo, medios que les han dado los mas felices resultados.

Todo lo que respecta á la agricultura presenta tres partes muy distintas; la parte histórica, la teórica y la práctica. No nos detendremos mucho en la primera porque tiene mucho de fabuloso y muy poco de verosímil.agang ib 133/ PARTE HISTÓRICA. Un sabio de nuestros dias ha dicho con mucha oportunidad: "El que dió la primera azadonada cumplió con el primer acto de civilizacion". La agricultura fué la única ocupacion de los primeros hombres, despues de la caza y pesca que fueron las primeras. En vano los chinos, egipcios y griegos se disputaron el privilegio de su invencion.

Si los egipcios no pueden alegar poderosas razones para que se les conceda la primacía, es menester convenir en que ellos la perfeccionaron y restablecieron en los pueblos que la habian olvidado por la barbarie de los antiguos tiempos. Sabian que la agriculcultura era el sosten mas firme del estado y un medio esencial para mantener la innumerable poblacion de su pais, de manera, que este arte formaba entre ellos un objeto especial del gobierno y la política.

Daban grandes premios y recompensas á los que hacian algun descubrimiento ó alguna mejora positiva en tan importante ciencia. Hay mucho fundamento para creer que en las bibliotecas de Menfis y de Alejandría, que contenian setecientos mil volúmenes en rollos, habia un gran número de escritos relativos á este objeto; pero la incuria ha hecho que todos se hayan destruido y no hayan llegado hasta nosotros.

Los habitantes de la antigua Grecia hicieron á Céres diosa de la agricultura, inventada, segun ellos, por Triptolemo. A Pomona la hacian presidir los vergeles. A Flora le dieron el imperio de las flores, &c. Este es un testimonio poderoso é inequívoco del interes que les inspiraba la agricultura. Todas las miras políticas se dirigian entonces á este ramo de economía pública y que honraban tanto como la filosofía. Atenas y Lacedemonia eran entonces dos ciudades florecientes y no debian su elevacion y prosperidad mas que á la labranza.

En aquellos mome de entusiamo todos los ciudadanos de Atenas se disputaban la gloria de contribuir á los progresos de la agricultura, y de enriquecer su patria con nuevos frutos, que, á no ser por ellos, nos serian quizás desconocidos. Aristeo, ateniense, fué el primero que cultivó el olivo y que descubrió el medio de sacar el aceite de su fruto. Los atenienses tambien cultivaron las higueras; hicieron venir de la isla de Creta los albaricoques, los castaños de la Cerdeña, los melocotones y nogales de Persia y los limoneros del Mediodia.

Cuando los Atenienses descuidaron el arte de la agricultura por dedicarse á obras de imaginacion y recreo; cuando los Espartanos dejaron á los Ilotas el cuidado de alimentarlos, empezó á decaer la Grecia y no tardó en arruinarse, pasando á poder de los romanos.

Estos estudiaron en la desgracia de los griegos, y su principal cuidado fué instituir doce sacerdotes para ofrecer á los dioses las primicias de la tierra y para que pidiesen abundantes cosechas. Estos sacerdotes se llamaron fratres arvales, del latin arva, campos.

Numa Pompilio, uno de los mas sabios reyes de Roma, dividió el territorio en diferentes cantones, y hacia que le diesen cuenta exacta del modo con que en cada uno se cultivaba la tierra. Llamaba, de vez en cuando, á su presencia á los labradores para elogiar y recompensar á los que tenian en buen estado sus campos, y para reprender y castigar á los que los descuidaban. Se consideraban en aquella época las producciones de la tierra como los bienes mas verdaderos y legítimos.

Anco Marco recomendaba mas que nada á su pueblo el cultivo de la tierra y el cuidado de los ganados; despues el que no cumplia con estos deberes, se captaba la animosidad del ha censor.

Las primeras órdenes de ciudadanos en Roma se formaban de las tribus rústicas. En la época admirable de la república, cuando el senado se reunia, los representantes del pueblo venian desde el campo para dictar las mas sabias deliberaciones. Los cónsules presidian ellos mismos las labores de sus tierras. Cincinato y Atilio estaban ocupados, el uno, en labrar la tierra, y el otro en sembrarla, cuando se les buscaba para nombrarles gefes de la república.

Tambien empezó la decadencia de Roma cuando sus ciudadanos, ambicionando honores y placeres, se retiraron á la ciudad, confiando el cuidado de la cultura á esclavos que llamaban politores. Columela deplora con mucha emocion y elocuencia el desprecio general en que cayó la agricultura en su tiempo; pero sus fundados lamentos no produjeron ningun efecto bueno y el mal empeoró. Los que hasta entonces la sostuvieran con sabios escritos como lo hicieron Paladio Rutilio, Tauro, etc. abandonaron su infructuoso trabajo. El último de los romanos que escribió sobre la, agricultura fué Emiliano, que vivió cien años despues de Columela.

Pero donde mas se alienta la agricultura es en la China. Si algun labrador se distingue, aventajando á los demas por su aplicacion é inteligencia, se le llama á la corte para instruir al Emperador; se le honra con la dignidad de mandarin, y el estado le hace viajar, pagándole todos los gastos, por todas las provincias, con el fin de que instruya á los habitantes, manifestándoles lo ventajoso de sus descubrimientos.

Los principales magistrados de la China se eligen de la clase agrícola, y se veneran como las cosas mas sagradas los nombres de los que han contribuido en algo á los progresos de la agricultura.

Una de las funciones públicas de los Emperadores de la China, dice un historiador moderno, es abrir la tierra en la primavera con un aparato de fiesta que atrae á los alrededores de la capital todos los cultivadores de los pueblos circunvecinos.

Acuden presurosos para ser testigos de los honores solemnes que el príncipe tributa á la primera de todas las artes. No sucede como nos pintan en las fábulas de la Grecia, en que un dios guarda los ganados de un rey; es un padre de los pueblos que con la mano apoyada en la esteva del arado, manifiesta á sus hijos los verdaderos tesoros del estado. Despues vuelve al campo que ha labrado y esparce con mano pródiga la simiente que la tierra reclama con avidez. El ejemplo del príncipe se imita en todas las provincias; los vireyes hacen en la misma estacion iguales ceremonias en presencia de una multitud de labradores.

No cumple á nuestro propósito seguir á la agricultura en todas las fases y alternativas que tuvo en los tiempos remotos, limitándonos á hacer algunas advertencias generales. Los griegos, fenicios y cartagineses, pueblos civilizados en aquella época, establecieron colonias en España y el mediodia de la Galia.

Bien sabido es que adelantaron considerablemente en el modo de cultivar la tierra; empleaban ya para abonarla la marga (sustancia mineral); teñian las lanas y cultivaban variedad de plantas. Aumentáronse los conocimientos de este arte cuando los monges se dedicaron al cultivo de las heredades. Las capitulares de Carlomagno y las ordenanzas de otros reyes contemporaneos suyos produgeron muy buenos efectos, que no tardaron en ser destruidos por la invasion de los normandos y el establecimiento del régimen feudal. En aquella época la ignorancia presidia en los campos y las poblaciones. Los estúpidos paladines, los batalladores de profesion miraban como viles y despreciables á los hombres que se ocupaban en cultivar los campos. Los primeros que dedicaron á tan honorífico trabajo, eran esclavos que rescataban su libertad con el producto de su sudor.

Las cruzadas y el lujo de la corte sirvieron para hacer adelantar algo á la agricultura, pasando una gran parte de las propiedades á manos del pueblo.

Poco tiempo despues los soberanos hicieron reglamentos en favor de los cultivadores con lo que mejoró un poco su condicion: tales fueron los de Francisco I, Enrique III, Carlos IX y Enrique IV que todos ellos se confirmaron por sus succesores.

Luis XIV mejoró aun aquellos reglamentos. En el reinado de Luis XV y aun el de Luis XVI la agricultura ocupaba todos los ánimos y progresó considerablemente por los cuidados y estudios de los sabios botánicos, físicos y naturalistas.

Multitud de volúmenes se escribieron en aquella época cuyo número se ha aumentado despues considerablemente, pero no han producido todo el bien que se esperaba, por que la mayor parte eran demasiado científicos y muy voluminosos y costosos.

Aquellos autores puede decirse que predicaron en desierto, por que sus obras suponian á los lectores con las nociones elementales de que aun hoy carece la mayor parte de ellos.

Preciso es confesar que se ha progresado algo de poco tiempo á esta parte. Los medios de multiplicar y conservar las bestias se conocen hoy mejor. Se han establecido algunas sociedades de agricultura, escuelas de veterinaria y jardines botánicos; multitud de plantas exóticas se han naturalizado en España y Francia. Se han plantado arboledas y montes; las viñas se cultivan con mas esmerc; el suelo se riega con facilidad en algunas partes; la rutina y la preocupacion se han combatido poco a poco, Pero lo que queda que hacer es mucho mas importante que lo que se ha hecho, y nos falta muchísimo para llegar al grado de perfeccion y desarrollo á que han llegado la Bélgica, la Inglaterra, los Estados—Unidos y aun la Francia que en esta parte no ha marchado con tanta rapidez.

Creemos de la mayor utilidad reasumir aquí los principales obstáculos que hasta ahora se han opuesto.

FALTA DE INSTRUCCION. Un autor antiguo decia con mucha razon: Se deja el cultivo de la tierra en manos de los pobres ignorantes, de donde resulta que siempre está mal cultivada. No se puede negar que este es uno de los mayores obstáculos que se oponen á la perfeccion de la agricultura; la mayor parte de nuestros labradores no han aprendido á leer ni escribir; rara vez se verá un libro en las manos de uno de ellos, de modo, que la agricultura que saben no la han aprendido en las grandes obras sobre la materia se han escrito, por que son para ellos como si no existiesen; lo que saben, lo han aprendido de sus padres ó sus vecinos y siguen la rutina, mostrándose inaccesibles á toda verdad nueva ó innovacion útil que se les presente. Su gran principio es todavia dejar descansar la tierra lo que llaman barbecho, y no conocen las ventajas del prado artificial. La eduque cacion agrícola de los habitantes de aldeas debería empezar desde la infancia; el maestro de primeras letras, ayudado de los primeros agricultores del pais, podia ocuparse de esta parte tan importante en la vida de los pueblos. Es de la mayor importancia hacerles conocer los hechos agrícolas, los principales fenómenos físicos, los efectos del peso ó gravedad, de la luz, de la vegetacion, la transformacion de las sustancias y la fermentacion, causa de tantos accidentes.

No desconocemos que las grandes palabras química, física y fisiología &c. asustan aun á los que no son sencillos y rústicos aldeanos, pero todo esto y mucho mas seria facil esplicarles sin emplear una sola vez esas grandes palabras, y enseñar á todos los hombres á librarse de la asfixia sin que sepan al recibir estas lecciones que estudian la física y química.

En Francia se quejan aun de que tienen pocas escuelas de esta clase y con mucha mas razon podemos quejarnos nosotros que no tenemos ninguna al alcance de los pobres agrícolas. Al poder toca exclusivamente plantear estos establecimientos, y si no lo hace es por falta de voluntad.

FALTA DE PROTECCION Y DE LOS HONORES QUE SE DEBEN Á LOS CULTIVADORES. En este punto por desgracia podriamos estendernos mucho; pero como es bien patente á todos que en España en lugar de tener una proteccion activa la agricultura, se la veja con impuestos que no puede soportar, nos limitarémos á manifestar lo que con el mismo epígrafe que el de este artículo dice M. Morard, lamentándose de lo poco que se protege en su nacion la noble profesion del agricultor.

¿Qué sirve al viñero, dice, obtener con mucho trabajo é inmensos gastos una recoleccion abundante, si el producto de sus viñas se estanca en sus bodegas por no tener medios fáciles y protectores de exportacion? ¿Qué producto sacarán de sus bestias los que se dedican á criarlas, si las de los paises vecinos TOM. I.

5 se venden en nuestras ferias y mercados pagando un pequeño derecho? No puede florecer la agricultura, si el interés, que es su primer móvil, no se satisface: y si el estado de labrador no se honra y venera despreciando la vana presuncion que hace rebajar el mérito y nacimiento de un individuo que se dedica á cultivar la tierra." "Tal es, desgraciadamente, el estado de la agricultura en Francia; esto nos manifiesta claramente porque se avergüenzan tantos jóvenes con la sola idea de tener que agarrar la esteva como sus padres, y vienen á las grandes poblaciones á buscar á cualquier precio que sea, á espensas á veces de su felicidad, una ocupacion que les dé mas realce á los ojos de la sociedad. De cuarenta años á esta parte han llovido condecoraciones, honores y distinciones de toda especie sobre todas las clases del Estado y particularmente sobre la militar y ¿qué es lo que se ha hecho para honrar la aguicultura? Nada, ó tan poco que no merece se haga mencion de ello. Y no se diga que esto es porque faltan poetas, oradores y sabios que elogien las dulzuras de la vida campestre y la honrosa ocupacion de la cultura de los campos; pero no es lo mismo escribir pomposas poesías que dedicarse ellos mismos ó sus hijos á este arte eminente por excelencia. Si es cierto, como decia Enrique IV, que pastos y labranza son las dos ubres del Estado, este es, á su vez, una robusta vaca que quieren y saben ordeñar de un modo mas fácil, menos penoso, y sobre todo menos oscuro.

POBREZA DEL CULTIVADOR. ¡Pobre agricultor! ¡Pobre agricultura! dice un adagio antiguo. En casi todos los paises, salvo algunas pequeñas escepciones, los grandes propietarios no cultivan por sí mismos las tierras, arrendándolas á hombres que, desposeidos de bienes de fortuna, se hacen arrendatarios para proporcionar para sí y sus familias la precisa subsistencia que han de extraer con un improbo trabajo de las entrañas de la tierra que no les perteneceopeoir la Los capitales son tan necesarios para la agricultura como para la guerra. ¿Qué progresos se podrán esperar de una cultura confiada á hombres en general poco instruidos en los medios de ejecutarla? Si los abonos, las bestias y los utensilios que son indispensables á una buena cultura son insuficientes ¿cómo lo suplirán estos desgraciados arrendatarios? Si no pueden hacer ningun desembolso, si sufren pérdidas, entorpecimiento en la venta de su recoleccion, una baja de precio; ó si son víctimas de algun robo ó de los desastrosos efectos de inundaciones, hielos, incendios ú otros accidentes tan frecuentes; si tienen que sostener algun pleito costoso contra algun propietario demasiado exigente ¿qué puede ser entonces la cultura entre sus manos? Lejos de mejorar las tierras que se les han confiado, no pueden menos de deteriorarlas, dejándolas de barbecho por falta de medios para trabajarlas; porque carecen de hipotecas que ofrecer á los prestamistas, á quienes la agricultura no inspira la confianza que el comercio.

YERBA. "Es evidente, dice M. Mathieu de Dombasle, que la yerba no es muy útil para mantener las bestias y que suprimiéndola se podria alimentar mayor número de ellas y sacar mayor provecho y mas cantidad de abono. La supresion de esta clase de pasto, que ocupa todavia en Francia unos doce millones de fanegas de tierra, es una de las necesidades mas urgentes de la agricultura. La cultura, cuando su producto no pertenece exclusivamente al que la hace, es mala ó incompleta.

LA DIVISION DE LAS PROPIEDADES se opone tambien á la buena cultura por la penuria de medios agrícolas que presenta un terreno reducido. Puede remediarse este inconveniente haciendo cambios temporales solo para su cultivo, arrendando muchas porciones de terreno por mucho tiempo.

RUTINA. Yo hago lo que hacian mis abuelos, dice un rutinero.

El tiempo, una buena educacion primaria, el ejemplo de los grandes propietarios y capitalistas, las sociedades agrícolas son los únicos elementos que pueden hacer que desaparezca la aversion que se tiene al movimiento intelectual y á las felices innovaciones de la experiencia.

BARBECHO. La Bélgica debe sus riquezas agrícolas á la supresion de los barbechos, á su asiduo trabajo y á los grandes capitales que emplea para este uso. "Ah! decia Schewerz, uno de los agrónomos mas célebres de aquel pais, no se puede lo que no se quiere; hay muchas tierras que tienen fama de estériles sin serlo. Si se abonan las tierras, variando las simientes y sin darles descanso, los productos no podrán menos de corresponder al trabajo, recompensando con usura al haceque le PARTE TEÓRICA. Llámase así la exposicion de los principios que forman la base de la ciencia, principios consignados en los autores que han escrito sobre esta materia y cuya utilidad es conocida de todos.

Esta teoría inmensa en sus detalles presenta tres grandes divisiones; la primera hace conocer los cuerpos y las circunstancias que tienen mayor ó menor influencia en la vegetacion, como son las diferentes calidades de tierra, su exposicion al aire atmosférico, las aguas, la luz, la electricidad, los meteoros y la temperatura.

La segunda parte comprende la nomenclatura, naturaleza y exposicion de los vegetales; su disposicion á producir mas en un terreno que en otro; su direccion y sus enfermedades.

La tercera tiene por objeto los animales en su relacion con la cultura de las tierras, bien sea que presenten ventajas ó socorros á los cultivadores, como el caballo, el buey, el carnero &c.

ó bien que perjudiquen á la vegetacion, á la cultura ó á sus 201 26 T Un productos, como los lobos, zorros, garduños, ratas, topos, hormigas, &c.

Partiendo de estos tres ramos principales, la agricultura se ocupa de las diferentes naturalezas de las tierras, de su composicion y modificacion; —de los suelos ó estaciones, — de la labranza, de los abonos,—del rastrillo, —de las semillas y siembras ó sementeras, —de la escardadura, — de la recoleccion,— del acto de entrojar, — de la trilla de los granos, del aventar,— de la conservacion de las pajas y otros forrajes, del desagüe de las lagunas, presas, regueras y otros medios de dar curso á las aguas ;— de los desmontes, — de los cercados, de los prados naturales, de los riegos, de la siega y conservacion del heno, de los prados artificiales, de las yerbas ó pastos, y del modo de mejorarlos; — de las majadas ó mandras, de los medios de ayudar á la tierra á producir, es decir, de los instrumentos convenientes á la cultura;— de las construcciones en el campo, como casa para vivir, hornos, lavaderos, lecherías, graneros, bodegas, establos, cuadras, &c.; de la horticultura y jardinería, —de las minas; — de los hornagueros y su explotacion;— de los canales, estanques y charcas; — del modo de mantenerlos en buen estado, envenenamiento y pesca; — de la conservacion y venta del pescado; —de los montes, arbolados, sotos, belloteros; de los árboles frutales, indígenas y exóticos; —de los semilleros y viñas; — del moral,— de la caza; — — del lino, cáñamo, colsa, índigo ó pastel, —de todas las clases de granos y su conservacion; de todos los animales domésticos, de los animales perjudiciales y del modo de destruirlos, —de la eleccion, uso y alimento de las aves caseras,—de las enfermedades de los animales:— de los pájaros, abejas, gusanos de seda ;de la conservacion de los frutos, flores y legumbres; — de la economía doméstica,— de los ingresos y salidas de caudales,— — L de la preparacion de los alimentos; — del modo de hacer y conservar los vinos y el aguardiente; —del azúcar de remolacha y del uso de esta;— de la elaboracion del pan;—del lavado de la ropa;—del modo de conservarla y componerla;—de los principios de higiene relativos á la vida agrícola; — de las diversiones del campo; —de la cultura especial que conviene hacer en cada mes y en cada estacion; y finalmente de las cuentas anuales de cultura y de explotacion.

LA PARTE PRÁCTICA pone por obra los principios que dá la teoria de la agricultura.

Como esta presenta igualmente tres divisiones que comprenden todos los objetos que acabamos de enumerar.

La tercera abraza tambien la cultura de las plantas de que se compone una huerta; las que sirven para tintes como el azafran, la rubia &c. y para las manufacturas como la cardencha; la cultura de los granos farináceos, y las semillas aceitosas; entre las primeras se hallan el trigo, centeno, cebada, avena, arroz, &c.; entre las segundas el lino, cáñamo, colsa, nabina, &c.; comprende en fin, el modo de hacer el vino, aguardiente, sidra, cerveza, y de extraer los aceites de oliva, lino, cáñamo, adormideras y nuez.

No pueden darse preceptos positivos sobre la agricultura práctica, porque debe sujetarse á la naturaleza del clima y del terreno en que se debe practicar. La buena agricultura debe ser especial, es decir propia al suelo que se ha de cultivar. Asi como la buena medicina se aprende á la cabecera del lecho de los enfermos, lo mismo la agricultura útil debe aprenderse en el lugar mismo en que se ha de trabajar; solo de este modo podrá determinarse con acierto la clase de cultura que necesita cada terreno para hacerle producir.

Esta sencilla observacion es suficiente para demostrar que es imposible tener buenos tratados generales de agricultura. Los mejores serán los que prescriban la clase de cultura que conviene á cada terreno, pero, desgraciadamente, no tenemos ninguno de esta clase.

Seria tambien de la mayor utilidad que el gobierno comisionase á algunos agricultores instruidos, á fin de que recorriesen todos los diferentes paises de la península, y, que haciendo un exámen de comparacion entre todos los métodos que se siguen en agricultura, eligiesen los que creyeran preferibles en el mayor número de casos.

El sistema empleado casi generalmente de sembrar las tierras un año y dejarlas descansar otro, empieza á sustituirse por el de las recolecciones intercaladas; se ha reconocido que el primero es el menos productivo de todos, aunque aun no se han fijado para la adopcion del segundo, las producciones que deben sucederse con mas ventaja.

Citarémos aquí el órden que la Flandes francesa, bastante adelantada en la agricultura, empleaba en lo antiguo en el modo de sembrar sus tierras y la sustitucion que ha hecho.

Orden que seguia anteriormente.

1.er año. Barbecho estercolado.

2.º 3.º 4.° 5.º 6.° Trigo.

Avena seguida de Trebol.

Trebol seguido de plantas estercoladas.

Plantas oleaginosas (de oleum, aceite).

Trigo.

7.º Avena.

8.º Patatas.

9., 10., 11., 12., 13.° y 14.° Alfalfa estercolada.

15.⁰ 16.⁰ 17.0 18.⁰ Trigo.

Avena.

Barbecho estercolado.

Trigo seguido de Trebol.

.⁰ 20.º 21.⁰ Segun esta division una tierra en veinte y un años por el sistema trienal daba cosechas; Trebol.

Trigo.

Avena.

AGR 7 de Trigo, 7 de Avena, 7 de Restrojo, y producia, por consiguiente, catorce cosechas en veinte y un años.

Pero segun el nuevo sistema la division se ha hecho del modo siguiente:

2 años Barbecho estercolado.

5 4 Trigo.

Avena.

Planta oleaginosa Patatas.

2 Trebol.

ó Alfalfa.

Estas veinte y una partes producen en veinte y un años nueve cosechas de cereales, 1 1 de planta oleaginosa.

1 de patatas.

3 de trebol y 14 de alfalfa que son veinte y ocho cosechas en veinte y un años, en lugar de catorce que se obtenian antes. De estas veinte y ocho cosechas diez y ocho son de forrage, con que se puede mantener un gran número de bestias que proporcionan el medio de estercolar las tierras y de aumentar considerablemente su valor.

No hay nadie que sea capaz de poner límites á la produccion.

La agricultura carece de brazos y se puede asegurar que mas de las dos terceras partes de la nacion están incultas y que la otra puede duplicar ó triplicar sus productos.

FOMENTO. Tomamos de un escritor francés el párrafo siguiente por evitarnos la enojosa molestia de dirigir cargos á los que han descuidado fomentar como debian la agricultura, ese manantial inagotable de riqueza; pues si algo se ha mejorado en algunas partes la condicion de los pobres cultivadores, proporcionándoles medios de que carecen para subvenir á sus necesidades por medio de benéficas y paternales asociaciones, la nacion estará eternamente reconocida á algunos filántropos y buenos patricios, y no á los gobiernos que de todo se han ocupado mas que de patrocinar con la solicitud que les impone su deber á esta clase benemérita, verdadero sosten del Estado.

"Preguntan algunos cual es la causa de que esté la agricultura tan atrasada en Francia, comparándola con lo adelantada que está en otros paises de la Europa, menos favorecidos que ella por la naturaleza del suelo, clima y medios de exportacion. Muy fácil es dar una respuesta cumplida y satisfactoria; existen obstáculos grandes é insuperables. Si las sociedades agrícolas no pueden y no deben excitar la emulacion mas que por motivos honrosos y por el testimonio de su aprobacion, el gobierno no debe contentarse con honrar, no, es menester que recompense pródigamente. Debe ser como un padre de familia que premia á uno de sus hijos para alentar á los demás y hacer nacer en ellos el deseo de imitarle. En Wurtemberg cuya superficie es quinientas treinta y siete leguas cuadradas, que pueblan un millon y medio de habitantes, el gobierno tiene señalados 800,000 francos anuales para proteger y alentar la agricultura. En Francia cuya superficie es veinte mil quinientas veinte y ocho leguas cuadradas, que pueblan treinta y tres millones de habitantes, el gobierno no señala mas que 400,000 francos".

Como se vé, es bien notable la diferencia que hay entre las dos cantidades que los gobiernos de Francia y Wurtemberg tienen destinadas para alentar y fomentar la agricultura; pero TOM. I.

6 ¡cuanto mas inmensa es la diferencia que existe si comparamos esta última nacion con nuestra pobre España? Mucho podria decirse en este punto; pero no siendo nuestro ánimo acriminar constantemente la conducta de los que, teniendo en su mano los medios de hacer feliz á la nacion, no han cuidado mas que esquilmarla, corremos un espeso velo sobre lo pasado, esperando que los que dirigen hoy y los que dirigirán en lo sucesivo sus destinos, tratarán de sacarla del lastimoso estado de abyeccion en que se encuentra.

Preciso es confesar no obstante, que aunque poco se ha hecho algo. Se ha creado una escuela de selvicultura (V. ESCUELAS). Se trata de algun tiempo á esta parte de fomentar la cria caballar; empero esto no puede llenar los deseos de un pueblo que, favorecido por la naturaleza con un suelo mas feraz que ningun otro, necesita solo que se trate de instruir y premiar á los que se dedican al cultivo de la tierra. ¿Habrá acaso quien ponga en duda que un labrador laborioso merece premios y recompensas tanto como el militar que se distingue en el campo de batalla? Si premiando á este se le alienta y se estimula á los demas para que imiten su ejemplo; por qué no se hace lo mismo con el pobre cultivador? En este caso cuando marcha detras de los pesados bueyes con la mano apoyada en la esteva, iria meditando en los medios de mejorar esta ó la otra labor, este ó aquel instrumento, de donde no podria menos de resultar algun adelanto.

ABONOS. Nadie ignora ya en el dia que todas las materias vegetales, animales y una gran parte de las minerales pueden servir para abonar las tierras.

Solo para enumerar las sustancias que pueden servir para fertilizar la tierra, seria menester escribir una obra voluminosa y para evitarlo remitimos á nuestros lectores á las obras que citarémos al fin de este artículo.

BARBECHO. Se entiende por barbecho el descanso que por rutina dan á las tierras los cultivadores poco instruidos, suponiéndola, contra el voto de la naturaleza, sin fuerzas despues de una recoleccion. En realidad solo la falta de abono puede hacer á la tierra infértil. Dedúcese de aquí que la total abolicion de los barbechos, será un gran beneficio para la agricultura.

PRADOS ARTIFICIALES. Los buenos cultivadores, renunciando al improductivo barbecho, no se contentan solo con sembrar cereales como el trigo, cebada, centeno, avena, garbanzos y otras plantas, sino que se ocupan con igual cuidado en cultivar prados artificiales como el trebol, colsa, navina, alfalfa, &c.

Tambien siembran la patata y otra multitud de diferentes plantas anuales, bisanuales ó vivaces sacadas de la gran familia de las legumbres entre las que se cuentan la remolacha, coles, berzas, zanahorias, &c. Estas plantas ademas de quitar poco jugo á la tierra sirven para mantener un gran número de bestias y por consiguiente de abono para las tierras, aumentando considerablemente su producto.

INSTRUMENTOS DE AGRICULTURA. No habrá muchas personas, aunque enteramente extrañas á la agricultura, que no conozcan los instrumentos mas indispensables como el arado, rastrillo, azada, azadon, hoz, podadera, azada de dientes, pico, pala, horca, carreta, chirrion (carro en forma de cajon para llevar basura, tierra, &c.), trillo, palanca, colodra (tarro ó basija de barro ó madera para ordeñar el ganado), herrada ó cubo, garruchas, espuertas, cestos (en algunas partes cuébanos), tinajas, canillas, bombas, pipas ó barricas &c. &c. Pero la industria ha enriquecido de algunos años á esta parte á la agricultura con una multitud de instrumentos nuevos y que aun desconocen muchos de nuestros cultivadores.

Como que para ocuparnos aquí en dar una explicacion conveniente del gran número de los nuevos instrumentos que se han inventado últimamente, seria menester llenar muchas páginas, nos parece que debemos dejar este cuidado á las sociedades que se interesan por el fomento de la agricultura.

Otros muchos instrumentos se inventarán, primero cuando se dé una instruccion á los cultivadores que haga nacer en ellos el espíritu de investigacion, base fundamental de toda mejora, y segundo cuando reciban algunas nociones sobre las artes gráficas los herreros, herradores, &c.

PRINCIPIOS GENERALES DE AGRICULTURA. Ya hemos dicho que los abultados volúmenes no sirven para la mayor parte de los cultivadores; de lo que esta clase tiene gran necesidad, es de colecciones reducidas y con principios seguros; estos deberian escribirse á manera de adagios reconocidos como verdades y en que se representase el resúmen de la ciencia local, haciendo de modo que su precio fuese muy módico. En extremo conveniente seria que en estos trataditos se les diesen consejos y preceptos para mejorar las costumbres é inspirar el gusto del trabajo, la sobriedad y economía. A continuacion insertamos unos cuantos de los adagios tomados de las obras de agricultura que han merecido mas celebridad en toda Europa.

Un cultivador inteligente, laborioso y económico se enriquece donde el ignorante, el holgazan y el disipador se arruina.

El camino que conduce al cultivador á la taberna, le lleva al hospital y con él á su familia.

¡No mas barbechos! La tierra bien cultivada y abonada, no tiene necesidad de descanso. Con el sistema trienal no se saca de ella mas que un tercio del producto.

Una fanega de tierra bien labrada equivale á dos cultivadas sin esmero. Las tierras sin abonar no sufragan los gastos del cultivo; por consiguiente, el abono es la base de la agricultura.

En agricultura no se debe seguir lo que hemos visto hacer á nuestros padres, porque se guiaban por la rutina y hoy el cultivo debe fundarse en razones positivas.

Todo es difícil para el agricultor perezoso.

Desdichado el que ha tomado en arriendo mas tierra de la que puede cultivar con desahogo. Siempre es bueno que el labrador pueda hacer algo mas de lo que exigen sus 45 campos.

No deben sembrarse dos cosechas de granos seguidas, ya porque nada cansa tanto la tierra y ya porque se cubre de yerbas inútiles.

Debe escardarse con frecuencia para que el terreno esté limpio de malas yerbas.

Siémbrense siempre la mitad de las tierras de plantas destinadas para el alimento de las bestias, haciendo que las consuman en la misma tierra.

En toda cultura bien entendida se debe tener por regla general el cuidado de hacer consumir por los animales en la misma tierra la mayor parte de su producto; esta parte produce de dos maneras: en dinero y en abono.

Cultívese cuanto .sea posible la patata, que es un excelente alimento para el hombre, para las bestias, los cerdos y las aves; además de que se puede sacar una gran cantidad de aguardiente. La patata, segun la opinion de un célebre cultivador, es un verdadero pan.

La máxima á cada tierra su cultivo, no debe evitar que se ensayen otros métodos útiles seguidos en otros paises que disfrutan el mismo clima.

Es preferible la labor de los bueyes á la de las mulas.

No hay buena cultura donde no se saca provecho de las bestias: el que cuida bien sus animales, cuida su bolsillo.

Es muy útil la cria de ganados de varias especies: si una se vende mal, otra compensará la pérdida.

En cuanto sea posible, deben alimentarse las bestias de trabajo con verde en verano y en el invierno con forrages secos cultivados á propósito; es el método que se sigue en los paises de buena cultura.

Donde es practicable el riego, es un excelente método de mejorar el suelo y los productos.

Las aguas que arrastran materias cenagosas son las mejores para este efecto; las que salen de peñas gredosas, de granito y otras de esta clase, no son tan buenas porque contienen mucha cal.

En invierno es cuando se deben hacer los primeros riegos en los campos.

El uso de la marga, que se compone de carbonato de cal, de argilio y de arena, es el mejor medio de fortificar la tierra, sobre todo si es fria y húmeda.

Todo agricultor debe llevar cuenta exacta de sus gastos, pérdidas y beneficios en cada artículo de su cultivo.

CONSEJOS Á LA INDUSTRIA AGRÍCOLA. Quereis á vuestros hijos?

cuidad vuestras haciendas; escoged vuestros criados con el mismo interés que pudierais escoger un sócio.

Los subarriendos de las tierras no hacen mas que aumentar las cargas y no dan ningun provecho al prepietario.

Para cultivar bien el campo es nenester haber estudiado la agricultura, pues de lo contrario es muy fácil ser engañado continuamente por los mismos que se emplean en el cultivo.

Es menester informarse de las costumbres de la mujer del arrendatario. Esto es muy importante: todo prospera en manos de una mujer activa y cuidadosa, del mismo modo que todo se pierde y deteriora bajo la direccion de la que se entrega mas fácilmente á los placeres que al trabajo.

No desperdicia nada de lo que puede ser útil al hombre, á los animales ó á la tierra. Un puñado de paja dá dos de estiercol, y estos producen un puñado de grano.

Que cada cosa esté en su sitio, guardando del sol y de la lluvia los instrumentos de que no se hace uso.

Llevar cuenta exacta de las cosechas, productos, compras, ventas y gastos.

El que aniquila la tierra, aniquila su bolsillo.

No se deben labrar las tierras fuertes cuando están mojadas ni las débiles cuando están secas.

No hay buena labor sin buen arado.

Si se quieren granos, es menester tener prados; los prados son para la tierra lo que el alimento es para el hombre. Si está esquilmada, ellos la fortifican.

No hay tierra donde no se pueda hacer un prado de una clase ó de otra. Los prados alimentan el ganado; el ganado los abona y el abono produce los granos; si falta esto adios productos.

El que siembra sin estercolar, trabaja sin fruto y se arruina.

No se debe sembrar trigo muchas veces de seguida en un camLa tierra se esquilma por las mismas labores; nacen muchas yerbas y se cogen pocas espigas. Las buenas espigas hacen buenas cosechaspo.

Se debe cultivar de todo, porque no todo falta á la vez.

Deben engordarse las bestias antes de venderlas, porque la gordura cubre los defectos.

Si hay poco dinero, se compran ternerillas corderos, que bien alimentados, aprovecharán mas en un año que en dos si están mal cuidados.

Procúrese seguir el ejemplo de un buen cultivador y aun aventajarle si es posible.

ESTUDIO LOCAL DE LA AGRICULTURA. Lo que falta á cada localidad no es solamente como hemos dicho la instruccion comun, sino una instruccion local. La agricultura es una ciencia de localidades; tiene sus principios generales pero modificados por varios accidentes. El suelo varia á cada paso; sus variedades se multiplican hasta lo infinito; el clima cambia, digámoslo así, con el horizonte. El comercio tiene sus relaciones establecidas que es menester respetar; las poblaciones tienen sus usos, sus costumbres y preocupaciones que no se pueden cambiar de repente. Por esta razon, un libro que se haga para todos no á todos podrá convenir: por esto no se puede enseñar desde luego una agricultura perfeccionada. Lo que se debe enseñar es una agricultura elemental.

4 LIBROS DE AGRICULTURA. La clase rica tiene obras á millares sobre esta materia; el cultivador no tiene ni una; nuestros libros de agricultura parece que no se han hecho para él. No los lee ni podria leerlos, porque no los comprenderia; ademas son muy caros y muy voluminosos. El cultivador está siempre en su campo y vive aislado; no participa del movimiento de la civilizacion; la sociedad le debe la instruccion, y esta debe ser especial y local como la agricultura. El cultivador necesita libros cortos y de un precio módico, porque sus medios pecuniarios son escasos. Los libros deberian ser, por decirlo así, la expresion del suelo, del clima, del comercio, de las costumbres; estar al alcance de la inteligencia de aquellos para quienes se destinan. No se instruye al pueblo sin libros populares.

La ciencia debe prestarse á las exigencias de las poblaciones agrícolas; á esta especialidad se deben las mejoras en agricultura.

NOMBRES DE LOS AUTORES Y OBRAS DE QUE LA AGRICULTURA CONSERVARA SIEMPRE GRATOS RECUERDOS. Antiguos: Geoponica, (De re rusticâ, en griego y latin), — Varron,— — Plinio, Virgilio, —Polidoro, — Columela,—Paladio,—Emiliano, Caton, Bautista Porta,—Heresbachio, &c. Españoles: En el siglo XII el árabe Ebn—el—Aram escribió en su idioma una obra que es un monumento curiosisimo por el que se puede juzgar Chaumel. AM 1 de lo adelantada que estaba la agricultura en España, cuando apenas se conocia en otros puntos. Esta obra se tradujo al español y se imprimió en Madrid el año 1802. —San Isidoro, arzobispo de Sevilla, escribió tambien un tratado muy instructivo. En él se vé el estado floreciente en que estaban los conocimientos agrícolas de los españoles.—El inmortal D. Alfonso Herrera escribió la mejor obra que poseemos de agricultura.Franceses: Olivier de Serres;—Laquintinie, (el agrónomo);Modernos: En España han escrito Casas; — El Exmo. Sr. D. Juan Alvarez de Guerra y algunos otros.—Franceses: Le Beriais; — Daubenton;—los Gilbert; el nuevo Laquintinie; Jorde; los hermanos Duhamel (árboles estrangeros); — Richard de Trianon (jardinero); —Thouin (corta de árboles, engertos, naturalizacion de especies estrangeras);—Rozier; —Cels; —Parmentier (economía doméstica y campestre); Poiteau (horticultura); — Dutour (descripcion de trescientos géneros y mil trescientas especies de plantas; todos árboles de monte y frutales de Europa);Tollard hermanos (fisiología vegetal, enfermedades de las plantas);— — Courset (abonos); — Francisco de Nantes (teoria agrícola) Dandolo (gusanos de seda); — Toulouzan (la nueva casa rústica). Otros muchos se han ocupado en Francia y Bélgica de escribir obras de agricultura y omitimos el hacer referencia de ellos á beneficio de la brevedad. Sin embargo, vamos á citar algunas de las obras francesas, de que carecemos en España, para que quien quiera instruirse mas á fondo pueda consultarlas. birtismelay CHAPTAL DE CHANTELOUP (el conde). Química aplicada á la agricultura. Dos volúmenes en 8.°, precio 12 francos. eslarisan DUHAMEL (HENRIQUE LUIS) botanista de la Academia de ciencias. "Tratado de árboles frutales:" contiene su figura, cultura y descripccion. Nueva edicion aumentada con un gran número de frutos por A. Poiteau y P. Turpin ; obra ilustrada con figuras iluminadas. Consta de 68 entregas; precio de cada TON. I, una, 30 fr. Esta obra es la mas sublime que se conoce en su género.

RASPAIL (FRANCISCO VICENTE) naturalista y químico distinguido. "Curso elemental de agricultura y economía rural para uso de las escuelas primarias' Un volúmen en 18.° precio 3 fr. — Obra metódica y al alcance de todas las inteligencias.

MATHIEU DE DOMBASLE. "Calendario del buen cultivador ó manual del agricultor práctico; " 3. edicion. Un volúmen en 12.° pr. 4 fr.

DEL MISMO. Anales agrícolas de Roville ó mezcla de agricultura, economía rural y legislacion agrícola, 8 volúmenes en 8.° con láminas, pr. 54 fr.