Adelfa
ADELFA.
¿Nueva corona de ciprés? ya zumba
Terrible nuncio el Aquilon, de muerte,
Y llega hasta mi hogar y así me advierte
Que el destino fatal cavó otra tumba?
¿La víctima será que se derrumba
En la insondable eternidad, inerte
El sabio ilustre, ó el guerrero fuerte
Por quien el eco del cañon retumba?
No; la corona de ciprés, guardada
Hoy debe de quedar; otra de flores,
Mis amigos, traed: murió mi amada.
Con ella los ensueños seductores
Mueren del corazón, y la anhelada
Ventura que cifrara en sus amores.