Acuarela (Alfredo Espino)
La sombra se dilata intensamente
por los altos cocales rumorosos,
y pétalos revientan luminosos
del cielo en los jardines, lentamente.
En su vaso sutil y transparente
los montes se arrebujan, soporosos,
y es la alberca de cisnes silenciosos
como un jardín de nardos, reluciente.
En la celeste cúpula ya un astro
su lámpara suspende de alabastro;
es Vésper, apacible y taciturno.
La neblina hacia el cielo va en ascenso:
es el humo sagrado del incienso
que a Dios se ofrenda en el altar nocturno.