Acto de amor compuesto por una monja

Acto de amor compuesto por una monja
de Fernán Caballero


 Crucificado Amor,   
 en quien mi amor descansa,    
 cuando de amar las penas    
 me tienen más penada.    

 Crucificado Dueño   
 de aquesta vil esclava,    
 que a honor de fiel esposa...    
 tu inmenso amor exalta.    

 Mansísimo Cordero,    
 que cuando más te ultrajan,  
 sufriendo con silencio,    
 más tu inocencia clama.    
 
 Jesús, amado mío,    
 vida y bien de mi alma,    
 a quien mi amor redujo  
 a ser blanco de infamias.    

 Cuando en la cruz te miro    
 entre mortales ansias,    
 de tres clavos pendiente,    
 vertiendo sangre tanta.  

 La que ofreces amante    
 en cinco fuentes claras,    
 para regar la tierra    
 estéril de mi alma.    

 Cuando miro tu frente,  
 de espinas taladrada,    
 y que tus ojos ciega    
 la sangre que los baña.    

 Cuando miro tus labios,    
 en quien la esposa santa  
 quiso imprimir los suyos,    
 a fuer de enamorada.    

 Cárdenos, desunidos,    
 la sed que te aquejaba    
 de padecer, explican.   
 ¡Oh, Piedad Soberana!    

 Cuando así te contemplo,    
 lleno de angustias tantas,    
 y tu sagrado cuerpo    
 hecho todo una llaga.    

 Si heridas te penetran    
 tus piadosas entrañas,    
 a mí herida me dejan    
 el corazón y el alma.    

 Herida de tu amor,   
 herida y traspasada    
 de un ardiente deseo    
 de estar crucificada.    

 En la cruz con mi Cristo,    
 mi bien y mi esperanza,  
 mi amor, mi rey y esposo    
 y centro de mis ansias.    

 ¡Oh, mi Jesús benigno!    
 ¡Quién se viese engolfada    
 en ese mar amargo  
 y dulce a quien te ama!