Acta del Cabildo de Santiago (23 de agosto de 1814, segunda sesión)


Segunda sesión de 23 de agosto de 1814

A consecuencia de una revolución hecha por el General O’Higgins, se nombra a M. Araos Alcalde, en lugar de F. Fontecilla.- Patrullas al mando de regidores y otros vecinos.

En la ciudad de Santiago de Chile, a veinte y tres de agosto de mil ochocientos catorce, reunidos extraordinariamente los señores del Muy Ilustre Ayuntamiento en su sala capitular, para tratar del más urgente despacho de sus negocios y arbitrar los mejores medios de la pública seguridad, en las circunstancias peligrosas y de funestos sucesos con que se ve acometida la patria por la actual revolución que ha promovido el General O’Higgins con las tropas de su mando; dijeron que del mismo modo que el actual Cabildo había sido electo y nombrado por la Excelentísima Junta, por haber expirado el término de los antecesores regidores, también debería verificarse ó procederse al nombramiento de Procurador General de ciudad y Asesor del Ayuntamiento, con respecto a que, aunque ambos no hubiesen concluido el tiempo de sus empleos, debía ser por haber sido electos en tiempo que no lo pudieron ejecutar los anteriores regidores; y que para proceder con acierto en esta resolución, se consultase a la Excelentísima Junta la determinación del Cabildo, habiéndose ejecutado por el correspondiente oficio; y siendo aprobada esta deliberación en oficio de 25 del mismo, como la provisión de la vara de Alcalde de don Francisco Borja Fontecilla, por el arresto en que se halla, acordaron que ésta se hiciese en la persona del señor Regidor don Manuel Araos, la que obtuvo por uniformidad de votos, reservando para otra audiencia proveer el nombramiento de Procurador General y Asesor, por no permitirlo el tiempo de este acuerdo y las urgentes atenciones de seguridad pública a que está destinada la Municipalidad.

En seguida trataron como objeto el más urgente e interesante los sucesos del día, meditar arbitrios que contuviesen el desasosiego del pueblo por los robos y otros excesos escandalosos que experimenta con motivo de la salida de las tropas, y que fuesen los más oportunos para restablecer el orden público y evitar cualesquier movimiento o revolución que pueda fomentarse; y los señores, movidos de su celo y de los deseos de propender a un servicio el más benéfico, dijeron que el más eficaz y conveniente sería que todas las noches saliesen patrullas hasta el amanecer, haciendo de comandantes de ellas los mismos señores regidores, que gustosamente sacrificarían en obsequio del público esta incomodidad, que debería alternarse con vecinos honrados y de su mayor confianza, a quienes igualmente se les franquease la competente custodia de gente y demás auxilios que se necesitasen; y habiéndose adoptado unánimemente este proyecto tan conveniente, resolvieron que sin pérdida de tiempo se formase lista de los individuos particulares del pueblo que habían de alternar, y que con ella se pusiese en consideración de la Excelentísima Junta para su deliberación; y habiéndose aprobado en decreto que le transcribe al Ayuntamiento, ordenaron los señores que por su Secretario se les pasase oficio a los individuos designados para la alternativa de las patrullas, quo deberían desempeñar desde el día que se les diese parte, ocurriendo al Sargento Mayor de plaza para, recibir los auxilios necesarios; y habiéndose todo cumplido, concluyeron el acuerdo, que firmaron en su sala capitular.- Gabriel José de Valdivieso.- Juan Nepomuceno de Herrera.- Pedro Antonio de Villota.- Tomás Vergara y Sepúlveda.- Doctor Timoteo de Bustamante, Secretario.