Acta de una sesión
Cotorreando en mórbidos sillones, diez leguleyos de cerebro vano, acerca de si Ticio es ciudadano, ensartaron horrendas sinrazones. Seco el jugo vital de los pulmones, y agotado el idioma chabacano, estas palabras dirigió un hermano, a todos los demás santos varones: Padres conscriptos, que el profano sea civil o ciudadano, es una idea que acaso pueda interesar a otros. Yo en tan grave cuestión ni entro ni salgo lo que importa saber es, si ese hidalgo es tan grave animal como nosotros.