Abrojo XX (Rubén Darío)
Ponedle dentro el sol y las estrellas.
¿Aun no? Todos los rayos y centellas.
¿Aun no? Poned la aurora del oriente,
la sonrisa de un niño,
de una virgen la frente
y miradas de amor y de cariño.
¿Aun no se aclara?- Permanece oscuro,
siniestro y espantoso-.
Entonces dije yo: -¡Pues es seguro
que se trata del pecho de un celoso!