Abrojo XLVIII (Rubén Darío)
Besando con furia loca la boca de un niño ajeno, miro yo á la virgen cándida y no sé lo que comprendo. ¿Qué es ese brillo en los ojos? ¿Qué es en el rostro ese incendio? ¿Qué es ese temblar de labios? ¿Qué es ese crujir de nervios? Para ser á un niño... á un niño... esos besos... esos besos!...