Abandonado
Abandonado
Solo, como un espectro por el mundo
iba; cuando me hallaste y me dijiste:
«¡Refúgiate en mis brazos, hombre triste!
Soy tuya!... Soñador meditabundo!»
Y fuiste mía; sin embargo hoy hundo
la frente en la almohada en que pusiste
tu cabecita núbil… y en que oíste
la serenata de mi amor profundo,
y ya no está allí!… La marejada
del mal, con golpe aleve y tremebundo
te arrojó al lupanar…desventurada!
Y hoy, mientras haces tu comercio inmundo,
yo prosigo como antes mi jornada:
Solo, como un espectro por el mundo!