A varios amigos tronados
Esta turba famélica y bellaca nunca se cansa de fumar de gorra; como al hebreo en tiempo de Gomorra yo os maldigo, y mi furia no se aplaca. ¿A qué tanto pedirme la petaca? ¿Cómo quieres, hambrón, que te socorra? ¿Soy acaso asqueroso hijo de zorra? ¿Recibo yo bajeles de Guaxaca? ¿Cómplice acaso soy del vicio ajeno? Yo gano mi fumar con mi trabajo, y en la aduana lo compro, malo o bueno. Tú, que eres un pobre calandrajo, estate sin fumar... o chupa heno... o chúpate la punta del carajo.