Nota: Se respeta la ortografía original de la época


A unas lagrimas





(DERRAMADAS DURANTE LA REPRESENTACION DE LA "TRAVIATA")




Los acentos amargos
De la infeliz Traviata,
Sin duda á herir llegaron
Las cuerdas de tu alma.


Yo vi que transparentes,
Cristalinas y diáfanas,
A tus hermosos ojos
Asomaron dos lágrimas.


¡Ay, si hubiera podido
Suprimir la distancia
Que ha tiempo entre nosotros
Se interpone tirana!


¡Ay, si un instante el mundo
Por nuestro bien cegara!
Yo, tu infeliz poeta,
Volaria á tus plantas,


Y esas gotas brillantes,
Transparentes y diáfanas,
Que rodaron temblando
Por tu morena cara,


Humedeciendo apenas
Tus mejillas rosadas,
Como esmalta el rocío
Las hojas de las dalias,


Esas gotas, te digo,
Tan puras como tu alma,
En mis ardientes labios
De cierto se secaran.


Pero ya que no puedo
Suprimir la distancia
Que ha tiempo entre nosotros
Se interpone tirana,


Déjame que te pida
De lejos una gracia:
Soy tu infeliz poeta
Que te alza una plegaria.


Los lírios, sobre el tallo,
Doblan las hojas blandas
Cuando pasa sobre ellos
La tempestad airada.


Todas las flores tiernas
Que nacieron en mi alma,
En ella no han dejado
Sinó seca hojarasca.


La postrera de todas,
La flor de mi esperanza,
Perdiendo está sus hojas
Sus tiernas hojas blancas.


Quemadas han sido ellas
Por las ardientes lágrimas
Que tambien han rodado
Por mis mejillas pálidas.


Ya que hay tanta ternura
En el vaso de tu alma,
Que hasta un dolor finjido
Hace que viertas lágrimas,


Yo quiero que una perla
De tus pestañas caiga
En la voraz hoguera
Que enciende tu mirada.


¡Oh, tambien de tus ojos
Yo deséo una lágrima!
¡Si! que ruede temblando
Por tu morena cara,


Humedeciendo, apenas,
Tus mejillas rosadas,
Como esmalta el aljofar
Las hojas de las dalias.