A una partida
Acaso supo, a mi ver, y por acierto quereros quien tal yerro fue a hacer como partirse de veros donde os dejase de ver, Imposible es que este tal pensando que os conocía, supiese lo que hacía cuando su bien y su mal junto os entregó en un día. Acertó acaso a hacer lo que si por conoceros hiciera, no podía ser: partirse y, con solo veros, dejaros siempre de ver.