A una hermosa
- Mira; no así tan alta
lleves esa cabeza, que aunque es linda,
un adorno le falta
del que tampoco es justo se prescinda.
- ¿Le faltará una flor? - Muy poco exalta
tu hermosura una flor.- ¿Una corona
de diamantes y perlas? - No; tu cara
es una muestra rara
de cuanta joyería se pregona.
Te falta..., y yo lo siento,
el femenino adorno que te haría
invencible de amor en la porfía...
¡Te falta el pensamiento!