A una estancia donde esperaba a su amada

​A una estancia donde esperaba a su amada​ de Ludovico Ariosto
traducción de Clemente Althaus

 ¡Venturosa prisión, cárcel suave,
 no por amor, no por venganza fiera,
 me tiene la más linda carcelera
 a quien es bien que agradecido alabe!
 

 Otros cautivos, al sonar la llave,
 temen llegada su hora postrimera;
 mas yo me alegro, que el placer me espera,
 no juez severo, ni sentencia grave.
 

 Me aguarda el más cortés recibimiento,
 libre plática exenta de embarazos,
 dulces halagos y caricias siento:
 

 de cadenas en vez, floridos lazos,
 y besos sabrosísimos sin cuento,
 y largos, estrechísimos abrazos.