A una dama que iba cubierta
El corazón se me fue donde vuestro vulto vi, e luego vos conocí al punto que vos miré; que no pudo facer tanto, por mucho que vos cubriese aquel vuestro negro manto, que no vos reconosciese. Que debajo se mostraba vuestra gracia y gentil aire, y el cubrir con buen donaire todo lo manifestaba; así que con mis enojos e muy grande turbación allá se fueron mis ojos do tenía el corazón.

Esta obra se encuentra en dominio público. Esto es aplicable en todo el mundo debido a que su autor falleció hace más de 100 años. La traducción de la obra puede no estar en dominio público. (Más información...)