A un periodista
Que una tizona en tus valientes manos,
la noble pluma con que escribes sea,
para entrar indignado a la pelea,
a herir traidores y a matar tiranos.
Haz que muerdan el polvo los villanos;
áulicos y serviles pisotea,
infunde a aquel que tus escritos lea
fuerza de acción y alientos soberanos.
Que tu rotunda y magistral palabra
tocando cráneos en la plebe estoica
agujeros de luz en ellos abra;
y de allí surja hermosa y fulgurante
la Libertad, como Minerva heroica
de la cerviz de Júpiter Tonante.