A un oficial en campaña
Entrégate al reposo ya en buen hora, que cesaron del burro los roznidos, y en dulce paz descansan tus oídos de su música atroz altisonora. Vendrá riendo la fragante Aurora, los montes se verán del Sol heridos y mostrarán tus miembros aún dormidos que el placer tras la pena se mejora. Juzguen otros feliz al que, cercado de pompa, eleva su orgullosa frente sobre un pueblo a sus plantas humillado, o al que apura de Amor la copa ardiente, que yo te juzgo a ti, pues has logrado librarte de un borrico impertinente.