Nota: Se respeta la ortografía original de la época
Á UN CRÍTICO.


Tu carta recibí, sabe Dios cuándo,
Y á entenderla llegué, sabe Dios cómo;
Me has dado un palizon de tomo y lomo
De esos que al más cerril dejan temblando.

¡Cuánto lo habrás venido meditando!
¡Qué estudiar en un tomo y otro tomo!
¡Qué fino aquello de llamarme romo,
Hipócrita, gandul y hasta nefando!

Sigue por esa senda; luce el brío;
Procura que la ciencia no te empache,
Y sángrala como se sangra un río.

¡No he de ser yo quien tus renglones tache;
Pero para otra vez, amigo mio,
No me escribas oróscopo sin hache!


Madrid, 1870.