A un barrilito de jerez

A un barrilito de jerez que me regaló una señora
de Juan Nicasio Gallego


 Jugo Divino, honor de Andalucía   
 y envidia del flamenco y del britano;   
 tú por quien el Olimpo soberano   
 torciera el gesto al néctar y ambrosía.   
 

 ¡Cual me colmara el verte de alegría  
 (más que con Hebe Júpiter, ufano)   
 si a henchir mi copa con su blanca mano   
 se hallase aquí la hermosa que te envía!   
 

 El rubio Febo en sus collados tiene   
 puro cristal: mi labio lo rehúsa,  
 que a tan helados sorbos no se aviene.   
 

 Sé pues mi numen tú, y ella mi musa,   
 y al diablo doy los brindis de Hipocrene   
 y el chorro de Castalia y de Aretusa.