A mis hijas en sus días
Por la primera vez hoy es tu día...
¡Ven a mi corazón, prenda adorada...
orgullo de la esposa más amada,
vida de mis entrañas hija mía!
¿Qué te dirá de un padre la ufanía?
¿Qué te dirá tu madre embelesada,
sino verte del alma enajenada
lágrimas de cariño y alegría?
Delicia de los dos ¡bendita seas!
¡Bendita seas de la Virgen pura
que ampara con su manto nuestro nido!
Y allá en los años en que no nos veas,
¡Dios te de tanto bien, tanta ventura,
como tú con nacer nos has traído!