A media noche (Reina)

​A media noche​ de Manuel Reina

¡Oh! permets, charmante fille,
j'enveloppe mon cou avec tes bras.

HAFIZ.

   Choca tu dulce boca con la mía,
            mujer deslumbradora;
 y brotará la ardiente poesía
           que mi mente atesora.
 
    Deja, deja que rompa ese lujoso
            traje de terciopelo
 que oculta, como amante cariñoso,
           de tu belleza el cielo.
 
    Quiero una bacanal regia y grandiosa;
           que el dios de los amores
 en ella cubra tu cabeza hermosa
           de perfumadas flores.
 
    Un banquete de dioses, una orgía
          tan rica y deslumbrante,
 que exceda a la más bella fantasía
         del genio más gigante.
 
    Que esté el salón cubierto de brocados,
          y telas suntuosas;
 la mesa, de manjares delicados
          y de divinas rosas.
 
    Y que haya esos licores deliciosos
          coronados de llamas,
 que engendran en la mente luminosos
          y bellos panoramas.
 
    Los generosos vinos espumantes
          dejemos al olvido;
 ¡quiero beber en copa de brillantes
          el oro derretido!
 
    Y cuando de estos goces y delicias
         esté mi pecho lleno,
 expirar entre besos y caricias,
        reclinado en tu seno.