A los ferrocarriles
Más quiero estar rollizo como un sollo sin montar en borrico ni en caballo, que andar diez leguas mientras canta un gallo metido en un cajón hecho un repollo. Tengo presente aquel fatal embrollo que en Versalles pasó y otros que callo: de aquí no he de moverme aunque eche tallo: un hijo mío no ha de ser criollo. En un ferrocarril sálvese un pillo que a una doncella deshojó el capullo, o de alguna prisión forzó el rastrillo; que yo prefiero al plácido murmullo de un arroyo roncar como un chiquillo, y llámenme, si quieren, Pero Grullo.