A la noche (Jovellanos)
Ven, noche amiga; ven, y con tu manto mi amor encubre y la esperanza mía; ven, y mi planta entre tus sombras guía a ver de Clori el peregrino encanto; ven, y movida a mi ardoroso llanto, envuelve y llena en tu tiniebla fría el malicioso resplandor del día, testigo y causador de mi quebranto. Ven esta vez no más; que si piadosa tiendes el velo a mi pasión propicio, y el don que pide otorgas a mi ruego, tan solo a ti veneraré por diosa, y para hacerte un grato sacrificio mi corazón dará materia al fuego.