A la naturaleza
Que fiel logre mi verso retratarte
consiénteme, inmortal Naturaleza,
tú que de la verdad y la belleza
eres madre en la ciencia y en el arte.
Por poco que el mortal de ti se aparte,
en su profunda ceguedad tropieza;
mas, nunca escarmentada su flaqueza,
no cesa en todo tiempo de dejarte.
¡Cuántos vanos errores a porfía
reinar ves en tus locas criaturas,
muertos y renacientes cada día!
Pasan ellos: tú sola eterna duras,
siempre brindando al Arte y a Sofía
de belleza y verdad las fuentes puras.
(1859)
Esta poesía forma parte del libro Obras poéticas (1872)