A la muerte del Anti-QuijoteJuan Nicasio Gallego
En un sucio rincón doliente ya
el bien acuchillado Anti-Quijó
aborto del ingenio más idió
de cuantos a Madrid han apestá.
Gime el mísero padre su desgrá
y llora, y grita, y dice que es famó,
pero no es de extrañar que cielo hermó
a su negro polluelo llame el grá.
No llores, Setabiense, por el hí,
pues salvarás la vida por fortú
en ungüentos y drogas de botí,
que si alcanzara el tiempo del buen cú
que hizo en la Mancha el célebre escrutí
no se librara el tiste de hacer hú.