A la mudanza de la fortuna

A la mudanza de la fortuna
de Julio Arboleda


 Yo vi del rojo sol la luz serena
 turbarse y que en un punto desparece
 su alegre faz, y en torno se oscurece
 el cielo, con tiniebla de horror llena.
 

 El Austro proceloso airado suena,
 crece su furia, y la tormenta crece,
 y en los hombros d e Atlante se estremece
 el alto Olimpo, y con espanto truena.
 

 Mas luego vi romperse el negro velo
 deshecho en agua, y a su luz primera
 restituirse alegre el claro día.
 

 Y de nuevo esplendor ornado el cielo
 miré, y dije: ¿Quién sabe si le espera
 igual mudanza a la fortuna mía?