A Silvia (Melgar)
A SILVIA,
Bien puede el mundo entero conjurarse
Contra mi dulce amor y mi ternura,
Y el odio infame y tiranía dura
De todo su rigor contra mi armarse;
Bien puede el tiempo rápido cebarse
En la gracia y primor de su hermosura,
Para que cual si fuese llama impura
Pueda el fuego de amor en mí acabarse;
Bien puede enfin la suerte vacilante,
Que eleva, abate, ensalza y atropella,
Alzarme ó abatirme en un instante;
Que al mundo, al tiempo y á mi vária estrella,
Más fino cada vez y más constante,
Les diré: «Silvia es mía y yo soy de ella».