A Roberto
de Líber Falco

Como el mundo ignora que tú vives,
que Margarita Leal ha muerto,
y que son paredes las paredes
donde sus puños de ángel golpearon,
como el mundo necesariamente lo ignora,
tú estás triste

–Era tan buena!– dices, cantas.
Yo la he visto morir hacia las tardes;
doblar un gesto: desasosiego;
segura muerte y lento desamparo.

Oh! ángel proletario, muerto de olvido,
de soledad inasible,
de oscura y lenta muerte,
muerto.