A Narcisa en sus días
¡Qué estupendo banquete, qué función te preparo, oh Narcisa, qué festín! Tendrás las ricas frutas de Turín, las tortas te vendrán desde Tolón. El rey de Esparta tocará el violón, el de Palmira trinará un violín y Alejandro vendrá con el flautín que tocaba el ilustre Agamenón. Treinta mil reposteros te vendrán de Pekín, de Moscú y de Jaén y un millón de princesas de Tetuán: De Sajonia será el dorado tren; y contigo los dioses beberán del licor que bebió Matusalén.