A Mariano de ArriazaJuan Bautista Arriaza
Hoy se presenta a mi memoria triste
tu fin sangriento ¡oh malogrado hermano!
Con tanta pena, que la gloria en vano
tu cara imagen de laurel reviste.
«Viva mi patria, y muera yo» dijiste,
firme en el muro, y con espada en mano;
responde el trueno del cañón tirano,
y envuelto en sangre a su rigor cediste.
Consternación, pavor, silencio, y llama
siguió al desmayo de tu brazo fuerte,
y sobre tu sepulcro se derrama.
¡Ay! Que también en el morir hay suerte,
que el terror mismo enmudeció a la Fama,
y el mundo ignora tan gloriosa muerte.