​A Dios​ de Joaquín Nicolás Aramburu


 ¿En dónde está ese Dios que no me oído
 cuando mil y mil veces le he llamado
 con gritos de dolor desesperado,
 en el naufragio de mi bien perdido?
 

 ¿En qué lugar del mundo se ha escondido
 que en vano por doquiera le he buscado,
 y en la lucha indefenso me ha dejado,
 del mal esclavo, de la duda herido?
 

 ¿Arriba estás? Pues ve desde la altura
 esta contienda desigual y horrible
 que el mismo tiempo que mi vida dura.
 

 Y si aún me juzgas corazón sensible,
 amante y resignado en mi amargura,
 pedirás, con ser Dios, un imposible.