A Alfonso Ramírez de Arellano

A Alfonso Ramírez de Arellano, autor de un soneto en su elogio
de Fernando de Herrera


 Alfonso, vuestro noble y grave canto,   
 con quien de eternos giros la armonía   
 asuena, celebrar de la luz mía   
 debiera la belleza que honro y canto;   
 

 que yo la dura fuerza de mi llanto  
 muestro, y mal fiero y la ponzoña fría,   
 y el bien que a mi esperanza se desvía,   
 cuando en cuitoso son la voz levanto.   
 

 No que a mi nombre humilde diera gloria,   
 que ya osa alzar igual por vos la frente,  
 a quien ilustra el Arno, grato al cielo;   
 

 mas estimar si puedo esta memoria   
 verá el ilustre reino de Occidente   
 cuánto en vuestra alabanza ensalzo el vuelo.