Último amor (Muñoz)

Último amor
de Beatriz Eguía Muñoz

Último amor que llegas a mi vida
como un pájaro loco, atormentado,
vierte tu canto en incurable herida
que para siempre me dejó el pasado.


Hazme olvidar que la canción que mana
hoy de mi boca cálida y bermeja
sonará sólo hoy y que mañana
se mustiará como una cosa vieja.


Hazme olvidar que hay una ley que flota
sobre todas las cosas, que nos hiere,
y que nos canta en una eterna nota
que todo es transitorio y todo muere.


Yo creo en tí y creo en los rosales
que al sol de primavera se sonrojan.
Pero creo también en los fatales
vientos que los marchitan y deshojan.


Creo que el mismo sol que con orgullo
mimoso hace brotar la nueva gema
se ensaña refinado en el capullo
y tanto lo acaricia que lo quema.


Creo en ti con angustia y con encanto
y me invade un medroso y loco anhelo:
¡Oh, si pudieras en un vuelo santo
remontarme en tus alas hasta el cielo!...


¡Oh, si pudieras, loco amor que llena
de primavera mi alma fatigada,
darme una dicha plácida y serena,
serenamente buena y perfumada!


Estoy cansada de soñar, rendida
se postra mi alma, con suprema unción
dejo en tus manos mustia y aterida
el ave roja de mi corazón.